El camaleón político que cambió más de camisetas que de convicciones 🎭
En sus años mozos supo militar en la Federación Juvenil Comunista en su La Plata natal, seguramente soñando con aquella revolución proletaria que nunca llegó. Pero rápidamente se dio cuenta que si quería lograr poder -ese poder tan deseado, tan anhelado- no era el camino ideológico el que debía transitar sino el más flexible del pragmatismo puro y duro, del acomodamiento estratégico, del ‘primero yo, después yo, y si sobra algo, también yo’. Así que pegó el salto -el primero de muchos- y se sumó a las filas del peronismo platense.
Como dice el investigador chileno Christian Gerschewski (2010), la cooptación política implica ‘la capacidad de integrar actores estratégicos al poder dominante haciendo uso de mecanismos informales (prebendas, dinero) y formales en la integración al sistema de partidos’. Y vaya si Torres entendió rápido la lección.
Fue con este Partido que llegó a ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, antes de llegar a Zárate de la mano de Sergio Berni para ‘construirse localmente’. La mudanza política se acompañó de una banca en el Concejo Deliberante… sin siquiera conocer Zárate. Sí, leyeron bien: Torres llegó al Concejo Deliberante zarateño como quien aterriza en un aeropuerto desconocido, con GPS en mano y ninguna intención de pedir indicaciones a los lugareños.
Del Concejo a las frustraciones: la breve ilusión del sillón del Intendente 💺
Y la participación local, que se caracteriza porque todo aquel que llega a ser concejal cree que dicho cargo es poca cosa para un dirigente de tal calaña, no le fue esquiva. Se comportó como casi todos los que ocupan una banca en el Departamento Legislativo local y se candidateó a Intendente Municipal. Porque claro, ¿para qué estar en el Concejo cuando podés sentarte en el sillón del Intendente?
El sueño duró muy poco. Como en esos reality shows donde el participante es eliminado en el primer programa, Torres vio esfumarse sus aspiraciones más rápido de lo que tarda en cambiar de casaca política. Y ya alejado del entonces Ministro de Seguridad bonaerense buscó covacha en otro sitio y la encontró junto a Micaela Morán, quien por entonces buscaba hacer pie con el Frente Renovador liderado por Sergio Massa. Un nuevo cambio de camiseta, aunque (spoiler alert) no el último.
El peronismo como movimiento: cuando las contradicciones son marca registrada 🎪
Aquí conviene hacer una pausa académica en este circo político. El peronismo siempre se ha definido como un movimiento nacional antes que como un partido tradicional. Como señala el propio Juan Domingo Perón: ‘Tenemos una ideología y una doctrina (…) Algunos están a la derecha de esa ideología y otros están a la izquierda (…) Los de la derecha protestan porque éstos de la izquierda están, y los de la izquierda protestan porque están los de la derecha’.
Esta característica movimientista del peronismo, que históricamente ha abarcado ‘un amplísimo arco ideológico que va de la extrema derecha a la extrema izquierda’, podría explicar en parte la trayectoria de Torres. Podría. Pero no lo hace. Porque una cosa es la diversidad interna de un movimiento histórico que alberga distintas sensibilidades dentro de un marco doctrinario común, y otra muy distinta es el oportunismo descarnado que salta de un espacio a otro según sople el viento del poder.
La diferencia es sutil pero crucial: el peronismo valora tener en su seno múltiples expresiones políticas, algunas de ellas contradictorias, siempre que exista un compromiso con las banderas históricas del movimiento (justicia social, independencia económica, soberanía política). Torres, en cambio, parece tener compromiso únicamente con una causa: Torres.
La llegada al poder libertario: cuando el pragmatismo alcanza su clímax 🦁
Porque en un nuevo giro (¿o sinceramiento?) en su militancia, ahora se sumó a las filas libertarias como Secretario de Gobierno de Marcelo Matzkin en la Municipalidad de Zárate. Sí, ese mismo Matzkin que gobierna con el sello de ‘alarmas sin decreto, gasto sin control y medios que no piensan’, según hemos documentado extensamente desde este medio.
Marcelo ‘Patón’ Torres, como Patricia Bullrich, pasó de la revolución a la reproducción (patrimonial). Quizás porque los extremos se tocan, o quizás porque siempre estuvo en el mismo sitio aunque vestido con ropajes diferentes. Hoy Torres es el nuevo Secretario político de un gobierno municipal que de política tiene muy poco y de gestión zarateña tiene menos todavía.
El silencio ensordecedor: cuando no hay ni siquiera un tuit 🤐
No hubo comunicación oficial del sentido de la designación. De hecho, no hubo anuncio siquiera de la misma, que solo se hizo pública el viernes en la tarde, tras nuestra confirmación, a través de la publicación del Decreto respectivo. Ni siquiera un posteo del Intendente en sus redes sociales, esas mismas redes que sí utilizó para celebrar la llegada de Diego Santilli al gabinete de Javier Milei. Curiosa selectividad comunicacional, ¿no?
Y he allí una temática curiosa, puesto que Torres ha utilizado sus propias redes para criticar el accionar del gobierno nacional y donde no se ve ninguna referencia a Zárate. ¿Será que para Torres, Zárate es solo una dirección en el DNI? De hecho, ¿tiene domicilio legal en Zárate o es un ‘extranjero’ más? ¿Un lugar donde cobrar a fin de mes?
Las preguntas que nadie responde (pero todos deberían) ❓❓❓
¿Qué sabrá Marcelo Torres de la realidad zarateña? ¿Conoce los problemas de Lima? ¿Sabe dónde queda el barrio San Cayetano? ¿Ha caminado alguna vez las calles de barro de los barrios más postergados? ¿O su conocimiento del distrito se limita al recorrido entre su casa alquilada en un country y el Palacio Municipal?
¿Cuál es el rol que viene a cumplir en el gabinete de Matzkin? ¿Será el de legitimar políticamente un gobierno que se encuentra cada vez más aislado? ¿El de construir puentes con sectores del peronismo que, por lo bajo, ya tienen acuerdos con La Libertad Avanza?
¿Por qué negaron su llegada cuando era una realidad? Esta pregunta es especialmente jugosa. La negación inicial de su incorporación habla de la incomodidad que genera esta designación incluso dentro del propio oficialismo local. Como si supieran que lo que están haciendo no resiste el análisis de la luz del día.
La cooptación como arte antiguo (pero siempre vigente) 🎨
Lo que estamos presenciando no es nuevo, es el viejo truco de cooptar dirigentes de otros espacios para neutralizar opciones opositoras, para vaciar de contenido la crítica, para construir una falsa sensación de pluralismo.
Osvaldo Cáffaro fue maestro en este arte. Durante años incorporó a su gobierno a dirigentes de diferentes espacios políticos, logrando así anular cualquier oposición efectiva. ¿Será que Matzkin copia en esto también a Cáffaro? ¿Será que la única ideología que importa es la del poder por el poder mismo?
Como plantean los teóricos de la ciencia política, ‘la cooptación es un arte antiguo’ que busca ‘mantener el status quo o establishment de los regímenes imperantes a cambio de la entrega de beneficios, ya sea económicos o sociales’. Y vaya si Torres parece haber encontrado su beneficio.
Morán, el Frente Renovador y los silencios cómplices 🙊
Pero no son solo Torres y Matzkin quienes deben dar explicaciones. También las debe dar Micaela Morán, quien se autopercibe como líder local del Frente Renovador.
¿La llegada de Torres al gobierno es la llegada del Frente Renovador al gobierno? Es una pregunta legítima, considerando la trayectoria compartida de ambos. ¿Así como había acuerdos comerciales entre el gobierno de Matzkin y la empresa del marido de Morán avalados por el hoy becado y ausente Iván Gómez Gerez, ahora hay acuerdos políticos entre Matzkin y la propia Morán?
El silencio de Morán es, en este caso, más elocuente que mil palabras. Su mutismo frente a la incorporación de quien fuera su compañero de armado político habla de acuerdos no escritos, de entendimientos en las sombras, de esa política de escritorio que tanto criticamos desde estas páginas.
Fuerza Patria: el espejo roto del peronismo zarateño 🪞
Y ¿qué piensan al respecto los dirigentes de Fuerza Patria? ¿Qué opinan que uno ‘de los suyos’ se sume a un gobierno ¿ajeno? ¿O es el sinceramiento de los acuerdos que, por lo bajo, tienen muchos ‘peronistas’ con el gobierno local?
Porque llamemos a las cosas por su nombre: si un dirigente que se reivindicaba peronista -que milita en el espacio de Berni, que llegó a Zárate con el sello del kirchnerismo- ahora se suma alegremente a un gobierno libertario, dos cosas pueden estar pasando:
- Torres nunca fue realmente peronista, y todo fue una farsa pragmática para trepar posiciones.
- Existen acuerdos políticos entre sectores del peronismo local y Matzkin que nadie quiere blanquear públicamente.
Ambas opciones son igualmente preocupantes. Ambas hablan de una degradación de la política que excede a Torres y alcanza a todo el arco político zarateño.
La desconexión total: Torres, Zárate y un abismo llamado realidad 🌉
Pero más allá de las cuestiones de lealtades partidarias y trayectorias políticas, existe un problema aún más grave: la absoluta desconexión entre Torres y la realidad zarateña.
Torres no conoce Zárate. No vive en Zárate. No sufre los problemas de Zárate. No se indigna cuando las calles se inundan, cuando faltan ambulancias, cuando la inseguridad trepa, cuando los comercios cierran. Para Torres, Zárate es un lugar de paso, una estación más en su recorrido personal hacia… ¿hacia dónde? Nadie lo sabe. Ni siquiera él, probablemente.
Sus redes sociales -siempre tan elocuentes- no tienen ni una sola mención reciente a problemáticas zarateñas… y eso que hubo más que muchas. Cero. Nada. Mientras critica al gobierno nacional (al mismo gobierno que su jefe político apoya fervientemente), no dice ni ‘mu’ sobre los baches en las calles de Zárate, sobre la falta de políticas de desarrollo productivo en Lima, sobre el abandono de los barrios periféricos.
¿Cómo puede ser Secretario de Gobierno de un distrito que no conoce, que no habita, que no padece? ¿Cómo puede diseñar políticas públicas para una comunidad de la que está completamente desconectado?
Muchas preguntas, pocas respuestas, un solo patrón 🔍
Muchas preguntas y pocas respuestas.
Muchos silencios y pocas explicaciones.
Pero un patrón claro: el poder cooptando dirigentes de otros sectores a fin de anular opciones opositoras. El poder usando las herramientas de siempre -cargos, prebendas, promesas- para neutralizar cualquier voz crítica. El poder reproduciendo las lógicas más oscuras de la política, esas que después nos hacen preguntarnos por qué la gente no cree más en los políticos.
Torres es apenas un ejemplo, un síntoma de una enfermedad más profunda: la de una clase política zarateña que ha perdido todo contacto con la gente, que juega sus juegos de alianzas y traiciones mientras el distrito se cae a pedazos, mientras los problemas reales de la gente real se acumulan sin respuesta.
Mientras tanto, desde el Palacio Municipal se sigue gobernando para la foto, para el tuit, para el comunicado de prensa que nadie lee. Y los zarateños -esos que sí viven acá, que sí conocen los problemas, que sí padecen la desidia- siguen esperando que alguien, alguna vez, gobierne para ellos.
Pero no se hagan ilusiones: Torres no vino a gobernar para los zarateños. Vino a acomodarse, una vez más, en el lugar que le dieron. Y cuando ese lugar deje de servirle, saltará al próximo. Porque eso es lo que hacen los oportunistas profesionales: saltan. Siempre saltan.
¿Y vos, qué pensás? ¿Es Torres un pragmático inteligente o un trepador sin convicciones? ¿Debería Fuerza Patria explicar por qué uno de los suyos está en el gobierno libertario? ¿O ya es hora de aceptar que en Zárate, como en el tango, ‘todos con todos, nadie con nadie’?
La pelota está en el aire. Pero no esperen que Torres la agarre. Él ya está mirando para el próximo partido. 🏃♂️💨
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
