Muy caffaristas y poco querendones

La Ordenanza Complementaria votada junto al Presupuesto General de Gastos y el Cálculo de Recursos del año en curso, que causalmente no está publicada ni en el autoproclamado boletín oficial ni en la página del Concejo Deliberante, establece en uno de sus artículos, que ‘El Personal Superior y Jerárquico de la Municipalidad permanente y/o temporario (Asesores, Secretarios, Subsecretarios, Directores Generales, Directores, Jefes de Dpto.,  Jefes de División,  Contador Municipal, Sub Contador Municipal, Tesorero Municipal, Subtesorero Municipal, Juez de Faltas), podrán percibir una bonificación de carácter mensual por Tiempo Pleno de hasta el 60% de su respectivo sueldo básico. La aludida bonificación será la que determine el Departamento Ejecutivo mensualmente.’

Ya hemos hablado, e incluso el propio Intendente Marcelo Matzkin lo ha dicho cuando no era intendente, esto es una herramienta con la que cuenta el Departamento Ejecutivo Municipal para premiar o castigar a los funcionarios, ya que no hay ningún índice objetivo para evaluar la tarea de quien cobra el tiempo pleno, ni de cuanto cobra, ni de por qué no se cobra… mucho menos explicaciones al respecto. Matzkin explicó claramente qué es esto del tiempo pleno, una ‘bonificación discrecional del intendente, nada de lo que está en la Ordenanza Complementaria es un derecho adquirido, es a criterio del mandamás intendente, que decide quien sí y decide quién no.’

Matzkin hizo uso de dicha discreción y a principios de este año, aunque con fecha del año pasado (se ve que hizo escuela porque fue la misma táctica que utilizó Walter Unrein con las licencias en el Concejo Deliberante y las mismas a las cuales nos tuvo acostumbrado el caffarismo) firmó el Decreto 1398/23 en el que determinó las ‘bonificaciones al personal municipal por el periodo diciembre de 2023’.

Los meses siguientes siguió habiendo bonificaciones, sin embargo ya no se publicaron decretos con los listados y los montos, quizás para ocultar que hay funcionarios que gracias a estos artilugios duplican sus ‘magros’ sueldos. Como tampoco se publicó el listado de los beneficiarios de la bonificación especial prevista en el Decreto 1279/23. ¿Por qué Matzkin no publica dichos listados?

Los campeones de la transparencia esconden y ocultan, como hacía el caffarismo, lógico, son caffaristas.

Los meritócratas premian y castigan sin ningún tipo de evaluación del mérito.

Lo que antes estaba mal ahora resulta que está bien, porque antes lo hacían otros y ahora lo hacen ellos. La regla de los dos lados del mostrador.

Mientras proclaman una cosa hacen la contraria.

Celebran haber firmado la inclusión de Zárate al Sistema de Boletines Oficiales Municipales -SIBOM- y más de tres meses después no hay ni noticias al respecto.

Remarcan que ‘no podemos dejar de dar la discusión y no publicar las normas’ pero hace dos semanas que no se publican los decretos firmados por el Intendente, mucho menos normas de menor jerarquía que no se publicaron nunca.

No es difícil hacer las cosas bien, lo difícil (para algunos) es querer hacerlas bien… pero resulta difícil, porque se ve que son muy caffaristas y poco querendones.