Que el árbol tape el bosque

En una de sus últimas actividades públicas como Intendente Municipal, justo un mes antes de terminar su cuarto mandato al frente del Departamento Ejecutivo Municipal, Osvaldo Cáffaro publicitó ‘una nueva entrega de actas de adjudicación de lotes con servicios a tres familias zarateñas’. Sí, a tres, de los 347 lotes que el Intendente anunció que componían el acto, y que el intendente en estas tres familias ‘buscó representar a todos los beneficiados con tierras adquiridas por el municipio ubicadas en lo que se denomina Barrio España II’.

Que solo hayan estado 3 de 347 familias, es raro. Que pudiendo haber hecho un acto con un baño de multitud, que rápidamente la cuenta da que podrían haberse reunido más de 1000 personas se haya privilegiado algo meramente simbólico, es raro. Que se hayan adjudicado y entregado los lotes con servicios cuando los servicios aún no están, también es muy raro.

¿Por qué se hizo entonces?

La primera y más notoria razón es porque, al decir de Francisco Franco, había que dejarlo todo atado y bien atado, antes del cambio de gobierno.

Porque, ¿quiénes son los restantes 344 beneficiados? ¿Cuál fue el proceso que se siguió para que sean estas personas y no otras quienes hayan sido los adjudicados?

Imaginamos que en este proceso de transición que estamos viviendo, de cara al cambio de gobierno del próximo 10 de diciembre, la persona designada por el Intendente electo Marcelo Matzkin al frente del área de hábitat estará en conocimiento del proceso y lo valida, puesto que quien calla otorga, y que el 11 de diciembre hará público el listado de beneficiarios y el proceso seguido para la asignación de los lotes.

Zárate sufre un déficit habitacional importante, reconocido públicamente por gran parte de la dirigencia política local, y todo lo que haga el Estado para paliar esta solución debe tener una transparencia absoluta, como todo lo que haga el gobierno, ya que se juegan muchas ilusiones y proyectos de vida, y el accionar estatal debe ser lo suficientemente ecuánime y honesto para que quienes participan del Registro Único de Demanda Habitacional municipal sepan que no hay amiguismo ni favoritismo en el otorgamiento de los lotes. La sociedad en su conjunto merece esa transparencia.

Como todo, en el actual gobierno, es sospechoso y poco transparente.

Con actos como este, buscan que el árbol tape el bosque.

El nuevo gobierno tiene la responsabilidad que eso no ocurra. ¿Lo hará?