El sábado pasado te contamos que el Intendente Municipal Osvaldo Cáffaro había decidido vetar la ordenanza 5009 aprobada días atrás por el Concejo Deliberante que, entre otras cosas suspendía ‘toda obra de ampliación, ensanche y/o construcción de tercer carril o dársenas en la Avenida Lavalle hasta que el Departamento Ejecutivo elabore un informe de viabilidad y aptitud de la obra, consensuado con los frentistas. Dicho informe deberá ser remitido a este Honorable Concejo Deliberante.’ A través de ese Decreto el intendente pretende ‘apretar’ a los representantes populares, y lo hace a través de un instrumento legal, puesto que en el artículo 2 del Decreto 250, con el que veta la ordenanza, deja en claro que ‘Ante la posibilidad de una eventual insistencia por parte del Cuerpo Deliberativo, y atendiendo a la gravedad institucional del conflicto planteado por el HCD, se encomienda a la Subsecretaria de Asuntos Judiciales, la preparación de las acciones legales ante los Órganos Judiciales de la Justicia de la Provincia de Buenos Aires que correspondieren, tendientes a hacer cesar de inmediato el estado de incertidumbre jurídica.’ ¿Desde cuándo hay incertidumbre jurídica por cumplir la ley? La cuestión es clara y así lo establece el Artículo 69 de la Ley Orgánica de Municipalidades, ‘El Concejo conferirá sanción definitiva a las ordenanzas vetadas por el intendente, de insistir con el voto de los dos tercios del total de sus miembros.’
Lo que debe hacer el Intendente es cumplir las normas legales, que habitualmente no cumple y que es algo a lo que no está acostumbrado y no le gusta, pero es lo que hay. El sistema legal es así, y aunque muchas veces la ‘oposición’ eligió mirar para el costado para no molestar al poder, pareciera que ahora hay una mayor decisión de cumplir con lo que fijan las normas… al menos en parte.
Dos días después de nuestro artículo el interbloque de Juntos (Toncovich se sumó cuando ya estaba redactada la nota) presentó una nota ‘solicitando se convoque a Sesión Especial para tratar el expediente 123/23, es decir, para insistir en el proyecto original.
El miércoles en la mañana, tal como planteaba la misiva, el Interbloque de Juntos se citó en el Concejo Deliberante y no consiguió quórum para sesionar… pero según dijera en oportunidades anteriores, para el Presidente del Concejo Deliberante, el concejal vegano Leandro Matilla, dicha constitución es ilegal porque pese a que la ley estipula algo diferente, él que es un libre interpretador de la legislación, entiende que tiene que debe ser él quien convoque a la sesión. Pero pasó toda la semana y la sesión no fue convocada.
¿Creerá Matilla que es potestad propia convocar o no a una sesión extraordinaria? La ley Orgánica de Municipalidades es clara, él debe citar a los concejales y entonces habrá que ver si hay o no quórum para sesionar, pero Matilla no puede actuar al margen de la ley. Aunque justo es reconocer que no es la primera vez que lo hace.
¿Será la última? Eso dependerá de hasta dónde quieran avanzar el resto de los concejales.
¿Pedirán una consulta a la Asesoría General de Gobierno? ¿Denunciarán el accionar de Matilla ante la Justicia?
Lo que queda claro es que las cosas se están haciendo muy mal y desde hace ya mucho tiempo, y si nadie las hace bien, por acción u omisión todos son cómplices de cómo se hacen.
Deberían recordar las palabras de Don Leandro, quien sabiamente dijera ‘El deber no se cumple sino haciendo algo más de lo que el deber manda’.
Hoy los concejales de Zárate ni siquiera hacen lo que deben hacer.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.‘
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
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