En varias oportunidades hemos expuesto en estas mismas páginas las novedades judiciales de las causas que involucran al Intendente Municipal, fundamentalmente porque los medios callan lo que deberían gritar.
En algunas de esas oportunidades, aunque sin hacer referencias, hubo reacciones que pretendieron explicar lo inexplicable, porque se intentaba manipular los hechos para hacerlos decir lo que era imposible que digan. Con artilugios dialécticos pretendían confundir a los vecinos buscando ganar tiempo y confundir, pero tarde o temprano los melones se acomodan y el camión sigue su camino.
Con referencia a esto cuando hace un tiempo el Intendente brindó una conferencia de prensa lo hizo para intentar explicar su situación en una de las causas en la que está denunciado, la de ‘la Costanera’, pero como se sabe, no es la única denuncia que pesa en su contra.
Y aunque quisieron presentar que Cáffaro ya no tenía cuentas que rendir con la Justicia, esta nunca libró de culpa y cargo al Intendente Municipal.
Y ayer hubo novedades al respecto, puesto que la Sala I de la Secretaría Penal N° 3 de la Cámara Federal de San Martín confirmó la decisión tomada oportunamente respecto al planteo que opusieron las defensas de Gustavo Castillo, Osvaldo Raúl Cáffaro y Pablo Andrés Giménez sobre la declinatoria de competencia.
Al respecto lo resuelto por Marcelo Fernández, Juan Pablo Salas y Marcos Morán es claro, ‘por coincidir con los argumentos desarrollados en el decisorio en crisis, este ha de ser confirmado’, es decir, no cambian la decisión que habían adoptado oportunamente. Divididos decía ‘El burrito sencillo va solito al corral’, los magistrados dicen que ‘El Intendente va camino del juicio oral’… pero el objetivo siempre es el mismo, tanto el burrito como el Intendente están ‘buscando el amo bueno que te de libertad’.
Y son contundentes al momento de explicar por qué Osvaldo Cáffaro estará en el banquillo de los acusados tras el fin de la feria judicial y el consecuente sorteo que determinará qué Tribunal Oral juzgará la conducta de los acusados. Como dijimos oportunamente, ‘una vez más el Intendente Cáffaro hará el show a la salida del Juzgado’, porque deberá volver a presentarse ante la justicia.
Dice la Cámara que el Ministerio de Planificación Federal había comprometido un dinero para las obras del traslado del tendido eléctrico en el Barrio 6 de Agosto y que ‘Parte de ese aporte económico se envió […] sin embargo, por haberse desviado el adelanto del dinero recibido al efecto, la obra nunca se concretó.’ y que ‘La firma C&E Construcciones -que había sido la seleccionada para la realización del trabajo- cobró el anticipo de diez millones de pesos que constituyeron el primer desembolso del dinero que correspondía a la obra, cuya utilización pretendió justificar con un certificado de avance de obra con contenido falso.’
Nos ayuda la Cámara con una escueta y contundente síntesis cuando afirma que ‘En síntesis: se ha probado en principio y en los términos de las exigencias del segmento que se transita, que la obra no se hizo; que el Estado Nacional entregó el adelanto de diez millones de pesos y que su utilización pretendió justificarse con un certificado de avance de obra con contenido falso; que se incumplió con la finalidad para la cual los convenios habían sido celebrados; que ello determinó que, hecha la inspección de la obra encomendada y constatado que fue que ese dinero había sido desviado de manera ilícita, no se giró más del dinero en su momento comprometido y que, en definitiva, la obra de seguridad eléctrica, indispensable a los fines de brindar protección a la población y que constituye un servicio público cuya jurisdicción es nacional, ni siquiera tuvo comienzo de ejecución.’
Más claro imposible.
Una vez más se utilizaron fondos públicos para el pago de obras no realizadas, al igual que en el CGC, donde los concejales no se animaron a denunciar judicialmente haciéndose cómplices del ilícito.
Pero como nos enseñó Mario Benedetti, ‘Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas’, y entonces nos preguntamos. ¿El juicio se desarrollará antes de las elecciones de octubre? ¿El Intendente Municipal transitará el proceso judicial en libertad? ¿Cuál será el futuro del caffarismo sin Cáffaro? ¿El mismo que el del peronismo sin Perón?
Sin embargo, hay una certeza, Osvaldo Cáffaro será juzgado por malversación de caudales públicos.
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