Con pena y sin gloria

Un final previsible

El paso de Axel Cantlon, ex Secretario de Asuntos Legales de la Municipalidad de Zárate durante la gestión de Marcelo Matzkin, llegó a su fin. Su desempeño, plagado de errores administrativos, el cobro de sobresueldos y una gestión sumamente cuestionable en términos políticos y legales, lo dejaron en una posición insostenible.

Aunque su salida no fue anunciada oficialmente y su reemplazante aún no ha sido designado, los datos recabados confirman que Cantlon ya no forma parte del gobierno local, aunque siga merodeando por los pasillos del Palacio Municipal. Esta situación genera incertidumbre en los empleados municipales, quienes se preguntan si realmente se ha producido un cambio o si simplemente se está administrando su salida con discreción para evitar mayor revuelo.

Un equipo tambaleante

Junto a él también se aleja de la gestión Alexis Twyford, Director de Elaboración de Normas y Asuntos Presupuestarios. Su desempeño también dejó mucho que desear y los resultados de su gestión evidencian que no estuvo a la altura de las circunstancias. La falta de claridad en los procedimientos administrativos y las decisiones erráticas de su área contribuyeron al deterioro de la confianza en el gobierno municipal.

La salida de ambos funcionarios genera un respiro dentro del Palacio Municipal, donde no solo se criticaban los errores profesionales de Cantlon, sino también sus reiterados malos tratos, violencia verbal y actitudes misóginas. Muchos empleados y, especialmente, empleadas, que durante más de un año soportaron su abuso de poder, sienten hoy un alivio.

El Intendente Matzkin no puede alegar desconocimiento. Durante todo este tiempo, protegió a su funcionario a pesar de las críticas y denuncias internas y externas. Sin embargo, ahora tiene la oportunidad de reformular su gabinete y revisar las formas y prácticas de gestión. Sin dudas esta será una prueba crucial para medir su capacidad de liderazgo y su verdadera voluntad de cambio.

Errores que no se pueden repetir

La crisis en el área de Asuntos Legales, así como en Salud y Seguridad, no es solo consecuencia de la falta de proyectos y políticas, sino también de la incapacidad de quienes fueron designados para cubrir los cargos en esas áreas. Mantener a funcionarios que no están a la altura del desafío pone en jaque la gestión y afecta directamente a los zarateños, quienes son los que sufren las consecuencias de una administración deficiente.

Las quejas de los ciudadanos sobre la falta de respuestas en temas cruciales como la inseguridad y la crisis sanitaria local han ido en aumento. En muchos barrios, la ausencia de políticas concretas para mejorar la calidad de vida de los vecinos genera descontento y desesperanza. La gestión municipal debe entender que la paciencia de la población no es infinita y que las excusas ya no alcanzan.

Reconocer un error no es un signo de debilidad, sino de madurez política. Lo que sí sería un error imperdonable es insistir en el mismo camino, a sabiendas, sin tomar medidas correctivas. Para muchos, esta es la oportunidad de Matzkin para demostrar si realmente está dispuesto a gobernar para todos o si seguirá protegiendo a ciertos sectores en detrimento del interés general.

La gran pregunta

La duda que queda flotando en el aire es: ¿Para Marcelo Matzkin estuvo bien la manera en que actuó Axel Cantlon? Si la respuesta es no, entonces es momento de que tome decisiones claras y contundentes para evitar que se repita una mala experiencia como ésta en su administración. La gente espera respuestas y acciones concretas, no simples cambios de nombres sin modificaciones de fondo. El tiempo dirá si el intendente elige el camino de la transformación o si, por el contrario, continuará con una gestión que ya muestra evidentes signos de desgaste.