El Concejo Deliberante tiene un Reglamento Interno que rige el funcionamiento del Cuerpo, a fin de poder establecer procederes y reglas de trabajo. Es básico que quienes integran el Concejo conozcan las reglas que guían su proceder, pero en la última sesión quedó en claro que no es así, y por si fuera poco, expuso un proceder antidemocrático preocupante.
La concejal Mónica Cabeza propuso y mocionó que la votación se haga de manera nominal, cuando la moción se sometió a votación la moción fue votada positivamente por el bloque de Unión por la Patria, Cabeza, Berni, Castiglioni, Matilla, Schiavoni y Budano, y el acompañamiento de Morino, mientras que fue rechazada por los ediles de La Libertad Avanza, Fenestraz y Hergert, de Juntos-UCR, Toncovich, Palermo que vaya uno a saber a qué bloque pertenece, y de Juntos-Somos Zárate, Blanco, De Silva, Bochini, Di Giuseppe, Semería Olmos, Gallea, Olivera, Unrein y el usurpador Ramírez. Ergo no se votó nominalmente, algo por demás curioso y preocupante, porque el único sentido de votar de forma negativa es por el gesto político de oponerse a lo que propuso otro bloque, de imponer la mayoría, de decir, cual matón de esquina, acá mando yo.
Preocupante antecedente, por dos razones, la primera y más obvia es el proceder antidemocrático, el segundo la ignorancia que campea en el Concejo Deliberante y que incluye, además de los veinte concejales, al Secretario del Cuerpo Martín Lipszyc y la Subsecretaria Ana Laura Allemann.
Cabeza propuso y mocionó algo que ya establece el Reglamento Interno que, en su artículo 87, señala ‘Será nominal toda votación para los nombramientos que deba hacer el Concejo por este Reglamento ó por Ley y además, siempre que lo exijan dos de los Concejales presentes, debiendo entonces de consignarse en el Acta, los nombres de los Concejales con la expresión de sus votos.’
Bastaba que alguno de sus compañeros de bancada lo hubiera exigido junto a ella y Walter Unrein debía haber realizado la votación nominal, pero ninguno de ellos lo hizo. ¿Por qué? Porque no conocen el Reglamento Interno del Concejo Deliberante, porque no conocen la función de concejal, porque no tienen idea del rol que cumplen. Cierto es que tampoco quienes votaron en contra remarcaron la cuestión, porque todos comparten una ignorancia supina.
Y son estas las personas que legislan en Zárate.
Sin conocer la función, las normas y sin respetar las reglas del juego, sin discusión, sin debate, simplemente haciendo lo que les dicen que deben hacer. Porque lo importante para el oficialismo actual, como lo fue para quienes fueron oficialismo hasta el 10 de diciembre, es satisfacer los deseos de quien ocupa el Departamento Ejecutivo.
Seguro que habrá a quienes le cueste el cambio de rol, para ello debieran aprender de Vanesa Palermo, quien es oficialista más allá de quién sea el oficialismo. Ella se acomoda al poder de turno.
Se terminó el período de sesiones de prórroga y a menos que el Ejecutivo las convoque o un tercio del Concejo lo pida, no habrá sesiones. Propongo que los veinte concejales, el Secretario y la Subsecretaria lleven a sus casas como tarea para el hogar, como aquella que nos mandaba la señorita Emilse en la Escuela 10, un texto de lectura.
Propongo que lean el Reglamento Interno del Honorable Concejo Deliberante del Partido de Zárate, lo pueden encontrar en http://www.hcdzarate.com.ar/index.php?seccion_generica_id=260 para que entonces sepan para qué y cómo deben realizar su labor.
Adicionalmente y no menos importante también pueden leer el Decreto-Ley 6769/1958, Ley Orgánica de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires, disponible en https://normas.gba.gob.ar/documentos/OVG48SW0.html
Además propongo que lleven consigo, en toda sesión del Concejo Deliberante, una hoja de lechuga y un tomate… para que no se les vuelva a escapar la tortuga.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS