Decíamos días atrás que Milei surge ‘sin propuestas propias sino como antítesis de lo establecido. Sus ‘propuestas’, tal como él mismo lo reconoce, es ir en el sentido inverso del que políticamente se vino hasta ahora. No hay propuestas rupturistas sino el antagonismo de lo establecido, y si lo establecido no satisface, ¿Por qué no probar con lo contrario?’ sin embargo y a fin de cumplir con la legislación vigente, en su representación, el abogado Santiago Viola presentó, en el juzgado federal de María Romilda Servini, el acta constitutiva de la Alianza La Libertad Avanza y sus ‘Bases de Acción Política y Plataforma Electoral Nacional’, cuya lectura deja más preocupaciones que el análisis inicial de la falta de propuestas.
En un texto excesivamente difuso, con errores ortográficos y de redacción, y plagado de generalidades e iniciativas impracticables dada la escasa representación parlamentaria con la que cuenta La Libertad Avanza, presentaron un texto por demás curioso.
Sin decirlo, aunque fijando temporalmente el inicio de la decadencia argentina contemporáneamente al surgimiento del peronismo, Milei explicita su propuesta que para ‘revertir y concretar la reforma integral que se necesita costará, según lo proyectado desde La Libertad Avanza, 35 años, en tres etapas sucesivas. La primera etapa implica un fuerte recorte del gasto público del Estado y una reforma tributaria que empuje una baja de los impuestos, la flexibilización laboral para la creación de empleos en el sector privado y una apertura unilateral al comercio internacional. Ello acompañado por una reforma financiera que impulse una banca libre y desregulada junto a la libre competencia de divisas. En cuanto a la segunda generación se propone una reforma previsional para recortar el gasto del estado en jubilaciones y pensiones de los ítems que más empujan el déficit fiscal, alentando un sistema de capitalización privado, junto a un programa de retiros voluntarios de empleados públicos y achicamiento del estado.
Por otro lado se propone reducir el número de ministerios a 8. En esta etapa comenzarán a eliminarse de forma progresiva los planes sociales a medida que se generen otros ingresos como consecuencia de la creación de puestos de trabajos en el sector privado, liquidación del Banco Central de la República Argentina, estableciendo un sistema de banca Simons, con encajes al 100% para depósitos a la vista. Finalmente la tercera generación de reformas incluye la reforma profunda del sistema de salud con impulso del sistema privado, competitividad libre entre empresas del sector, una reforma del sistema educativo y la ampliación de un sistema de seguridad no invasivo para la población y la eliminación de la coparticipación’. (sic)
Estas propuestas, que muchas de ellas son la acentuación de políticas llevadas adelante por el peronismo durante la década del ’90 del siglo pasado bajo el liderazgo de Carlos Menem, a quienes apoyaron la enorme mayoría de dirigentes que hoy abjuran de él aunque lo hayan votado y elogiado en numerosas ocasiones con Cristina Fernández a la cabeza, se traducen en acciones concretas, o intentan hacerlo al menos, que desglosaremos a continuación. Cabe señalar antes de seguir que varias de ellas requieren de consensos hoy inexistentes en el país y muchas otras de una reforma constitucional porque contrarían la Carta Magna.
Javier Milei propone la ‘Privatización de las empresas públicas deficitarias.’, lo cual deja en evidencia lo endeble de su propuesta ya que no rechaza el accionar estatal sino tan solo en aquellas empresas públicas deficitarias asumiendo que no todas lo son. En consecuencia, lo que hay que modificar es la gestión en dichas empresas para hacerlas eficientes, no privatizarlas. Si son ineficientes en manos estatales lo serán en manos privadas… y si pueden ser redituables en manos privadas también pueden serlo en manos estatales. Si es así, no hay que cambiar la titularidad de las mismas sino su administración para hacerla eficiente. Sobran ejemplos en el mundo de este tipo de gestión.
Propone también ‘Mejorar autopistas, rutas, caminos con inversiones privadas’ lo cual no deja de ser una mera expresión de deseo que no contiene ninguna propuesta concreta para llevarla adelante. Ejemplos como este hay muchos. Demasiados.
Explicita también una de sus ideas insignias, sostiene ‘En una tercera etapa la eliminación del Banco Central’, propuesta que requiere, aunque no lo diga, de una reforma constitucional. Además en el texto introductorio en el que plantea las etapas de su proyecto esta propuesta era parte de las reformas de una segunda etapa, ahora la degradó a la tercera, ¿Querrá llevarla adelante o será una mera propuesta lanzada al aire cual globo de ensayo sin ser una idea a implementar de manera concreta?
En el ámbito laboral el texto presentado ante la Justicia propone ‘Promocionar una nueva ley de contrato de trabajo sin efecto retroactivo (NdR: ninguna ley lo tiene), cuya principal reforma resulte eliminar las indemnizaciones sin causa para sustituirlo por un sistema de seguro de desempleo a los efectos de evitar la letigiosidad.’ ¿Cómo lo hará con bloques ultra minoritarios en el Congreso de la Nación? Es poco serio que se enumeren ideas que, desde el vamos, ya se sabe que no se podrán implementar.
En el mismo sentido en el apartado de Tecnología e Infraestructura idea ‘Proponer a las empresas privadas la extensión de los servicios de cloacas, luz, agua potable y gas, a los puntos críticos de la Nación.’ ¿En serio esto es una propuesta de gobierno? ¿Y si las empresas privadas no quieren aceptar la propuesta? Si el objetivo de las empresas privadas es obtener ganancias, ¿Qué obtendrían a cambio de aceptar esta propuesta? Negocios, negocios y más negocios. Incluso negociados.
En Agricultura, Ganadería y Pesca Milei propone ‘Derogar la Ley 26.737 (Ley de tierras) para que cualquier persona, nacional o extranjero, tenga libre acceso a la propiedad de la tierra.’ Lo curioso es que esta ley no se aplica en numerosos sitios de la República, Zárate entre ellos, y sin embargo se quiere derogar. El límite es que no haya límites. ¿A cambio de qué? ¿Todo es negociable? ¿Todo es transable?
En salud propone ‘arancelar todas las prestaciones’ y que ‘los residentes extranjeros que demuestren disponibilidad económica deberán cubrir sus gastos’, lo cual contraría el espíritu de la Constitución Nacional, pero además propone ‘Promover leyes que permitirán que tanto profesional como paciente puedan pactar los honorarios a pagar’. De solo imaginar la desigualdad notoria entre quien debe ser operado y quien tiene la capacidad de operar, ante una necesidad, torna inhumana esta propuesta.
En la misma línea van las propuestas educativas, donde imagina un ‘Sistema de vouchers cheque educativo’ y ‘Descentralizar la educación entregando el presupuesto a los padres, en lugar de dárselo al Ministerio, financiando la demanda.’, propuestas que ya han sido implementadas en el mundo y han demostrado su ineficacia e ineficiencia. Y en un rapto de desprecio por la educación de los niños propone ‘eliminar la obligatoriedad de la ESI en todos los niveles de enseñanza’ como paso previo a la eliminación de la ESI. ¿Qué se esconde detrás de esta idea ultramontana?
A todo lo expuesto suma además la necesidad de ‘Estudiar la factibilidad de reducir la edad de imputabilidad de los menores’ e ‘Impulsar el tratamiento de proyectos en las cámaras para eliminar de la legislación penal clausulas garantistas.’, propuestas de absoluta generalidad y nula posibilidad efectiva de concretarse, pero que sirven para embeber el discurso de una épica efectista para un sector de la ciudadanía que reclama mano dura y que cree que los problemas de seguridad se resuelven por esa vía, realidad que se explicita en otra de sus propuestas que pretendiendo decir mucho, no dice nada: ‘Tolerancia cero contra la delincuencia’. A esto agrega el texto de Milei ‘Sobre la tenencia de armas de fuego planteamos la desregulación del mercado legal y proteger su uso legítimo y responsable por parte de la ciudadanía’, lo cual es el paso previo a la legalización de la portación de armas… aunque no tuvieron el valor de dejarlo explicitado por escrito.
En otro ámbito de las propuestas de Seguridad enuncia el texto libertario ‘Promover una doctrina de Seguridad Nacional y sus estrategias.’ ¿A qué se referirán con semejante generalidad? Vaya uno a saber. No se clarifica cuando más adelante sostienen la necesidad de ‘Promover un redespliegue conjunto de la Seguridad Nacional.’ ¿Está hablando de sacar las Fuerzas Armadas a la calle para combatir el delito? Eso lo prohíbe la Ley de Seguridad Interior. ¿A qué se referirá Milei?
Terminan diciendo que ‘No es momento para los tibios, el cambio es hoy y la decisión es ya.’ Es preocupante que el camino del cambio sea este.
¿Estas propuestas son las que militan quienes participan en La Libertad Avanza? ¿En esto se traduce la bronca y el hartazgo de la casta? Aún hoy estamos pagando las consecuencias de las políticas peronistas de los años noventa, ¿Cuánto nos costarían, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos, estas propuestas?
Hay que cambiar, no hay dudas, pero no cualquier propuesta de cambio es buena o concretable.
Retroceder no es cambiar.
Carlos Menem dijo poco tiempo después de ser Presidente que ‘si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie’. Javier Milei, como versión superadora de la década del ’90, apuesta a decir lo que va a hacer y que lo voten, aunque muchas de sus propuestas vayan en sentido contrario de las necesidades de sus propios votantes y de las ideas que dice defender.
Igualmente, ¿Qué puede fallar?
Síganlo, que no los va a defraudar.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
No hay comentarios
Pingback: Todos tenemos historia, algunos curriculum, otros prontuario – Príncipe del manicomio
Pingback: Un paso en falso – Príncipe del manicomio