Desde la irrupción del marketing político a mediados del siglo pasado y su llegada a la Argentina junto al regreso democrático de principios de los ’80, los discursos poco a poco se fueron generalizando y perdiendo contenido, porque empezó a cobrar más fuerza e interés el cómo se dicen las cosas en lugar del fondo de lo que se dice. Quizás el punto extremo de este modus operandi sea la campaña electoral del FREJUPO en 1989, que tiempo después generó que Carlos Menem dijera ‘si yo hubiera dicho lo que iba a hacer, no me votaba nadie’.
Quizás porque entonces abrevaba en esas aguas, Marcelo Torres está más preocupado en como dice las cosas que en lo que dice, esto le permite ser legislador por el Frente para la Victoria, candidato local junto a Sergio Berni, funcionario de Cambiemos y recalar como funcionario y concejal, con muchas, demasiadas, ausencias como tal, del Frente Renovador.
Porque a Torres le preocupa más qué dice que como lo dice, por eso dice serio y convencido cosas que son mentiras.
Marcelo Torres miente.
En la última sesión afirmó que una nota como la que generó el proyecto presentado por Mamá Concejo estaría prohibida en Alemania. Miente.
Él se refería al artículo 86 del Código Penal alemán que afirma, en relación a la difusión de medios de propaganda de organizaciones anticonstitucionales ‘(1) Quien distribuya en el interior medios de propaganda o los produzca para su divulgación en el país o en el exterior; los tenga disponibles, los introduzca o los exporte, o los haga accesibles públicamente en archivos de datos electrónicos 1. de un partido declarado por la Corte Constitucional Federal como inconstitucional o de un partido o asociación de la que indiscutiblemente se haya corroborado que es una organización sustitutivo de un partido de esta índole, 2. de una asociación que incuestionablemente esté prohibida porque se dirige contra el orden constitucional o contra los principios del entendimiento de los pueblos o de la cual se haya comprobado sin discusión que es la organización sustitutivo de una asociación prohibida de esta índole, 3. de un Gobierno, asociación o institución por fuera del ámbito de validez espacial de ésta ley, que para los fines de uno de los partidos o asociaciones descritos en los numerales 1 y 2 esté activo, o 4. Medios de propaganda que de acuerdo con su contenido, estén destinados a continuar esfuerzos de una anterior organización nacional socialista, será castigado con pena privativa de la libertad hasta por tres años o con multa.’
Lo que omitió Torres deliberadamente o por ignorante, es que el mismo artículo en su inciso 3 señala ‘El inciso 1 no rige cuando el medio de propaganda o la acción de la ilustración cívica sirven para la defensa de tendencias anticonstitucionales, de las artes o las ciencias, de la investigación o la docencia, de la información sobre los acontecimientos de actualidad, o de la historia o de objetos similares.’ como fue el caso de la nota que escribiéramos.
Nosotros no habríamos tenido ningún problema en Alemania con esta nota porque pretende alertar a los ciudadanos de las políticas que lleva adelante el Intendente Osvaldo Cáffaro pretendiendo utilizar políticamente prácticas deportivas, políticas que Torres avala con su acción y con su voto, aparentando ser oposición.
Si Argentina tuviera la misma legislación que Alemania, Torres debería ir preso por reivindicar el accionar de Juan Perón en la Secretaría de Trabajo, cargo al que llegó tras un Golpe de Estado, y como parte de una Dictadura. Como bien dijera el concejal Walter Unrein, ‘no hay dictaduras buenas o malas, hay gobierno de derecho y de facto’. Perón llegó a la política en un gobierno de facto y Torres reivindica su accionar en él.
Si Argentina tuviera la misma legislación que Alemania, Torres debería ir preso por reivindicar el accionar de un gobierno que permitió el ingreso de nazis, protegiéndolos y dándoles trabajo, incluso como guardaespaldas de Juan Perón.
No voy a creer que lo hace adrede, lo cual sería sumamente preocupante porque busca engañar a la ciudadanía, creo en cambio que lo suyo es ignorancia. Desconoce la historia argentina o la parcializa en su beneficio. Desconoce el Código Penal alemán y habla sin saber. O quizás se equivocó de país y el ejemplo que quiso dar es el polaco, donde quien haga apología del nazismo puede tener una pena de hasta dos años de cárcel… lo mismo que si hace apología del régimen comunista que gobernó el país durante casi medio siglo. Si bien su apellido no denota dicho origen, bien podría tener genes polacos la concejal Semería Olmos, quien realizó un planteo en esta línea durante uno de sus discursos en la sesión del pasado jueves.
¿Habrá querido hablar de Polonia, Torres? ¿O su ejemplo era de más al sur, de Italia, donde desde 1993 la llamada Ley Mancino, de 1993, castiga gestos, acciones y lemas relacionados con la ideología nazi-fascista? Allí, y dejando en claro que nuestra nota no entra en este tipo de ejemplos, los magistrados han considerado que prevalece sobre esta norma la libertad de expresión.
Sus ‘formas’ le permitieron ser candidato a Intendente y concejal de Zárate sin conocer el Distrito, cualidad que por cierto no tiene en exclusividad, su ‘fondo‘ le impidió reemplazar al Intendente Cáffaro.
No todo es marketing político.
El marketing ayuda a mejorar el mensaje, pero no a construirlo.
El marketing político puede ayudar a ganar elecciones, no a gobernar.
Y Torres está gobernando Zárate como parte del Departamento Deliberativo.
Mintiendo no está construyendo bien.