Días atrás hablábamos sobre las diferencias entre lo legítimo y lo legal, y marcábamos un ejemplo de tal diferencia cuando afirmamos que el Estado municipal tiene la legalidad para exigir el cumplimiento de las ordenanzas pero carece de legitimidad para hacerlo puesto que él mismo las infringe.
Pasó el tiempo y se confirmó el dicho popular sobre que ‘en todos lados se cuecen habas’ puesto que el pasado 15 de diciembre nos sorprendimos con un gesto poco común en nuestra ciudad cuando el concejal de Cambiemos presentó una nota dirigida al Presidente del Honorable Concejo Deliberante local en la que solicita ‘renunciar en forma total a la Dieta establecida por el artículo 92 primer párrafo de la Ley Orgánica Municipal’ sin dar mayores precisiones del porqué de su petición, renuncia que normalmente no prospera sino que se transforma en donación a la institución que el concejal indique.
Sin embargo, según transcriben noticias periodísticas, este pedido se sustenta en que Matzkin seguirá al frente de la oficina local del ANSES, y que ‘Si bien el cobro de ambos es legal, consideró ético el no así hacerlo. En caso de que por imposibilidad de que pueda renunciar al cobro del haber como concejal, el mismo será destinado a donaciones a organizaciones de público conocimiento’.
Lo que a priori parece una noble actitud del concejal Matzkin, en realidad busca tapar una discusión latente que, si bien como él afirma no es sobre cuestiones de legalidad, sí lo es sobre cuestiones éticas y de legitimidad. Puesto que al pretender dejar de cobrar la dieta que le corresponde como concejal, que pese a ponerlo en duda es un derecho que la propia Ley Orgánica Municipal reconoce a los concejales puesto que dice taxativamente que ‘Los concejales percibirán, salvo manifestación expresa en contrario prestada en forma fehaciente y personal por el interesado, una dieta mensual fijada por el Concejo’, lo que no pone en discusión es lo ético de estar ocupando dos posiciones en el Estado, aún sin percibir dos sueldos por ambas tareas.
¿Cómo entiende el concejal Matzkin que puede realizar ambas tareas en simultáneo? ¿Será Jefe en la UDAI Anses Zárate de 7 AM a 2 PM y el tiempo restante concejal? ¿Será a la inversa? ¿Qué privilegiará cuando se superpongan, y es sabido que así será, tareas en ambos empleos?
Y el caso de Marcelo Matzkin es solo un ejemplo de lo que ha ocurrido, Lucas Castiglioni puede dar fe de ello, y ocurre en nuestro Honorable Concejo Deliberante.
Un concejal, y más aún en distritos de la complejidad como la que tiene Zárate, debe ejercer como tal las 24 horas del día, y a tal punto tiene que ser la dedicación, al menos en mi opinión, que como diría Herminio Iglesias debería dedicar ‘las 24 horas del día y de la noche también’. Si un concejal quiere controlar al Departamento Ejecutivo y legislar sobre la problemática de los vecinos tiene que estar junto a ellos; si quiere opinar con autoridad sobre los proyectos que se someten a votación en cada sesión debe estudiarlos en profundidad; si quiere ser el representante de la ciudadanía tiene que asumir los ‘costos’ de serlo, puesto que eligió estar en dicho lugar y, hasta donde sabemos, no fue obligado a serlo.
Similar situación ocurre con Julián Guelvenzú, que según reseña la página web de Nucleoeléctrica Argentina S.A., aún sigue siendo Director de la Empresa. ¿Renunció a esta posición y aún no se difundió tal acción? ¿No renunció al Directorio de NASA ni tampoco a la dieta de Concejal?
Son pocos los ediles locales que, según nuestra vara de medición, dedican a la tarea de concejal el tiempo, esfuerzo y dedicación que la tarea demanda, y en su mayoría dedican y se dedican mucho menos de lo deseado, mucho menos de lo necesario.
Y no se trata de convertirse en un profesional de la política, puesto que si así fuera cualquier ciudadano que ocupa un puesto en el Estado de forma circunstancial sin haber obtenido tal puesto por un concurso de antecedentes lo sería, sino desempeñar la tarea para la cual se sometió al arbitrio de la ciudadanía con dedicación plena y de una manera honesta y transparente.
Para ello lo mejor es salir de la caverna que describe Platón al principio del VII libro de la República para poder unir el mundo sensible y el mundo inteligible, no pretendiendo quedarse tan sólo en las sombras que nosotros mismos reflejamos al interior de la cueva.
Publicado en El Debate, Zárate.
http://www.eldebate.com.ar/que-el-arbol-no-nos-tape-el-bosque/
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