📸🗑️ Un análisis sobre microbasurales, olvido selectivo y el negocio de la mugre zarateña
El 21 de agosto pasado, en medio de su campaña electoral para ser elegida concejal en el Partido de Zárate, la candidata de Hechos, Silvina Román, publicó este video denunciando el microbasural de Calle 20 y Juan B. Justo.
El síndrome de cenicienta electoral: cuando el reloj marca las 00:00 y todo vuelve a la mugre 
Pasó el tiempo, pasaron las elecciones, pasó la candidatura de Román y el microbasural sigue ahí, aunque ya no haya funcionarios ni aspirantes a tales que lo recorran con sus celulares en alto y sus caras de indignación prefabricada. Curioso, ¿no? Ese basural que en agosto era una tragedia digna de cobertura mediática, hoy es apenas un detalle menor en el paisaje urbano zarateño. Como si la basura tuviera vencimiento electoral.
Según la Organización Mundial de la Salud, los microbasurales urbanos son vectores de enfermedades como leptospirosis, dengue y hantavirus, constituyendo un riesgo sanitario significativo para las comunidades expuestas. Pero claro, estos datos epidemiológicos no votan, así que ¿para qué preocuparse fuera de temporada electoral?
A propósito, quienes caminaban las calles del Distrito en campaña ¿las siguen caminando? ¿Siguen pensando en generar alguna propuesta de mejoras para los vecinos o todo era para la campaña, ¿si no fueron electos para qué seguir y si lo fueron para qué seguir? El ‘yo soy de barrio’ quedó guardado en el mismo lugar que las promesas: en el baúl de los recuerdos electorales, entre las banderas desteñidas y los volantes que prometían ‘un nuevo Zárate’.
La geografía del abandono: cuando Juan B. Justo se convierte en la ruta de la basura 
Pero este microbasural no es el único en la calle Juan B. Justo. A algunas cuadras de allí, en la intersección con calle 32 hay otro, que casi un mes atrás fuera denunciado por los vecinos.
Pero nada cambió. Muy por el contrario, se sigue acumulando la basura sin que el Municipio haga nada. Es como si existiera una política pública de acumulación de residuos, una suerte de ‘Plan Estratégico de Desarrollo de Microbasurales’ que nadie pidió pero que todos padecen.
Estudios en gestión urbana demuestran que la existencia de microbasurales genera un ‘efecto cascada’ donde la acumulación inicial de residuos legitima socialmente el descarte irregular, perpetuando el problema y multiplicando los focos de contaminación. En criollo: cuando nadie limpia, todos ensucian tirando basura en la vía pública. Y el Municipio parece haber entendido esto como una invitación.
El misterio de las tasas desaparecidas: ¿dónde está Wally (¿y la plata)? 💸
¿Dónde va el dinero de las tasas generales que pagan los vecinos? La semana pasada, en una nota en Radio Cielo, el Secretario de Economía Cristian Mazzola afirmó que ese dinero iba al mantenimiento de las ‘áreas comunes’… pero como se ve a esta zona de Zárate, aún no llegó. Quizás Mazzola tiene un concepto muy particular de lo que es ‘común’: tal vez se refiera a las áreas comunes de countries, clubes privados o alguna dimensión paralela donde las calles brillan y huelen a lavanda.
Porque acá, en el Zárate terrenal, el que paga ve la basura acumularse mientras el relato oficial habla de ‘gestión eficiente’ y ‘modernización del Estado’. La teoría de la ‘economía del goteo’ (trickle-down economics) sostiene que los beneficios económicos dirigidos a los sectores más acomodados eventualmente benefician a toda la sociedad. La evidencia empírica, sin embargo, muestra sistemáticamente que esta redistribución raramente ocurre, perpetuando desigualdades estructurales.
Traducción libre: mientras el relato dice que se gobierna para los que menos tienen, los datos demuestran que lo que se prioriza es la posibilidad de negocio de los que más tienen. Las tasas se pagan religiosamente, pero los servicios llegan con fe selectiva. 🙏
El silencio ensordecedor de Pastore: cuando ni siquiera te echan la culpa 📢❌
Tan olvidados están los vecinos que ni siquiera hay un mensaje del Subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible municipal, Marcelo Pastore, responsabilizando a los vecinos de la mugre. Sí, leyeron bien: la situación está tan grave que ni culpables nos hacen. Normalmente, en estos casos, aparece algún funcionario con su clásico speech de ‘la responsabilidad es de todos’, ‘los vecinos deben tomar conciencia’ o el infaltable ‘no podemos estar en todos lados’. El clásico ‘nosotros hacemos lo que corresponde, pero los vecinos…’
Pero acá, ni eso. El silencio de Pastore es tan absoluto que uno casi extraña las excusas. Al menos cuando te echan la culpa, sabés que te tienen en el radar. Este mutismo oficial es revelador: ni siquiera vale la pena el esfuerzo retórico de justificar lo injustificable. Lo único que vale la pena es limpiar los microbasurales y generar una campaña con los vecinos para evitarlos. Los microbasurales de Juan B. Justo están más allá del relato, en la zona del olvido administrativo total. 😶
El ciclo vicioso: de la rata de laboratorio a la rata de microbasural 🐀🔬
La presencia de roedores en áreas urbanas asociadas a acumulación de residuos representa un serio problema de salud pública. Los roedores son vectores de más de 35 enfermedades transmisibles al ser humano, incluyendo leptospirosis, hantavirus, peste bubónica y salmonelosis.
¿Habrá que esperar a una nueva campaña electoral para que los vecinos puedan tener limpio su barrio? ¿Deberán esperar que las ratas salgan en la foto para que tomen conciencia de la realidad? Porque parece que la política zarateña funciona con un cronograma específico: dos meses antes de las elecciones, los basurales se convierten en el tema del momento, los candidatos hacen sus recorridas fotogénicas, prometen soluciones inmediatas y, una vez pasada la elección, todo vuelve a la normalidad de la mugre.
Es el ‘Ciclo Electoral de la Basura’: Denuncia → Foto → Promesa → Elección → Olvido → Repetir en dos años. Un esquema tan predecible como efímero en sus resultados.
La prioridad del negocio sobre la salud: cuando los números no cierran para el vecino 📊
El problema de fondo es estructural y responde a una lógica perversa: limpiar microbasurales no es negocio, mantenerlos sí. No en el sentido literal, claro, sino en el sentido de que priorizar inversiones en otras áreas más ‘redituables’ políticamente (una obra con corte de cinta, un plan con foto para redes sociales) resulta más conveniente que el trabajo silencioso, constante y poco vistoso de mantener limpias las calles.
La gestión de residuos sólidos urbanos requiere inversión constante, planificación a largo plazo y compromiso político sostenido. Los sistemas exitosos se caracterizan por su continuidad temporal más allá de los ciclos electorales, mientras que los fracasos están asociados a intervenciones espasmódicas y discontinuas.
Una vez más, el relato gubernamental habla de inclusión y justicia social, pero los microbasurales de calle Juan B. Justo cuentan otra historia.
Bienvenidos al Zárate de Schrödinger 🎪
Vivimos en el Zárate de Schrödinger: ese lugar cuántico donde, según el relato oficial, simultáneamente se gobierna para los más vulnerables mientras los datos muestran que se prioriza el negocio de los más poderosos. Un lugar donde los microbasurales existen o se limpian dependiendo del calendario electoral. Donde las tasas se cobran con precisión suiza pero los servicios llegan con puntualidad argentina.
Mientras tanto, en la calle Juan B. Justo, los microbasurales siguen ahí. Esperando. Como los vecinos. Como las promesas incumplidas. Como las ratas que, esas sí, nunca se van de campaña. 🗑️👻
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
