Matzkin de Neandertal

Como un ejemplo más de lo mal que se hacen las cosas en el Concejo Deliberante de Zárate, el Artículo 29 del Reglamento Interno establece que ‘Los Proyectos para ser tratados en Sesión Ordinaria, serán presentados con hasta cuarenta y ocho horas (48hs.) de anticipación al día de la sesión. Si algún Concejal tuviera la necesidad de hacerlo a último momento, será puesto a consideración del Concejo, debiendo aprobarse por simple mayoría.-‘ y tras el punto final se menciona ‘Agregar soporte digital’. Ésto es lo que aprobaron, sin leer obviamente, un reglamento interno que tenía la intención de obligar a los ediles a presentar en formato digital todos los proyectos.

Teniendo en cuenta el objetivo del citado artículo, los usos y costumbres del Concejo hicieron que todos los concejales presentaran sus proyectos en ambos formatos, digital y papel, y la mayoría de las veces solo de manera digital… sin embargo parece que eso no cuenta para todos, porque aunque el Intendente envió al Concejo Deliberante el Presupuesto el pasado viernes, éste no está a disposición de los concejales… mucho menos a disposición del resto de los vecinos. Y a nadie lo sorprende. Y nadie lo reclama.

La explicación oficial es que el Proyecto aún no está digitalizado. Considerando lo voluminoso del texto, es de imaginar que no lo estará hasta dentro de unos cuantos días, pero ¿esto es una limitante tecnológica o un ardid para reducir el tiempo de análisis del texto?

Esta situación es mucho más inentendible si se tiene en cuenta que en su particular organigrama el Intendente creó la Subsecretaría de Innovación y Accesibilidad Digital, al frente de la cual está Ignacio Roveres. Rimbombante nombre y no fueron capaces de publicar en la página web municipal una copia del documento que enviaron al Concejo Deliberante. Deplorable.

Peor aún, la mayoría de los documentos que nutren el Presupuesto se confeccionan a través del RAFAM, por lo que si el Intendente cumpliera con la Ordenanza 4342, la misma por la que reclamaba su cumplimiento cuando era concejal, los concejales podrían autogestionarse la información, pero ése es el problema, el Intendente Matzkin, al igual que Cáffaro, le esconde la información a los concejales y a la población. Y los concejales lo aceptan dócilmente porque son cómplices.

Tener información es tener poder, y el Intendente no quiere compartirlo, mucho más si el mismo se utiliza para cuestionar su propio poder.

Por eso procede como en la prehistoria, tanto por la falta de soporte digital de la documentación municipal como por el impedir el acceso a la misma creyendo que si se ‘sienta’ sobre la información nadie tendrá acceso a ella.

Es increíble que en diciembre de 2024, para poder conocer el proyecto de Presupuesto, que el Intendente y su equipo elaboraron para el próximo año, haya que esperar a que se digitalice la información, se le envíe a los concejales y alguno de ellos comparta la información.

Pretenden presentarse como quienes van a modernizar Zárate y dicen ser transparentes gastan millones en, supuestamente, dicha tarea… sin embargo en su proceder cotidiano se parecen mucho más a los antepasados. Oscurantismo puro y duro.

Con estos procederes el Intendente Matzkin, que dice que es de Zárate aunque no nació aquí, más que zarateño parece de Neandertal.