Quizás Agustín Olalla haya tenido que volverse a Escobar tras culminar sus labores como representante de la lista encabezada por Luis Rannelucci ante las autoridades municipales y no sabe en qué quedó su labor.
Quizás el propio Rannelucci, por trabajar en Buenos Aires y vivir en Estancia Smithfield no recorra mucho las calles del Distrito y no sepa en qué quedó su responsabilidad (a propósito, antes de seguir, ¿Rannelucci colocó sus carteles publicitarios en su barrio o no lo afeó como afeó el resto del Distrito?)
Quizás por su desconocimiento de la ley, algo que quedó explícito cuando denunció el ‘robo de carteles’ o cuando colocó los carteles en sitios indebidos, pese a que su representante afirmara que ‘cumplir con las reglas electorales es defender las instituciones y fortalecer la República’.
Quizás por una conjugación de todo esto desde el sábado pasado Luis Rannelucci, y Agustín Olalla como sus representantes, estaban violando la Ordenanza 4507 violando el ‘compromiso de retirar todo tipo de publicidad de campaña en el plazo de quince (15) días hábiles posteriores al acto eleccionario general’.
Días antes de las PASO el Municipio había publicado un anuncio en el que informaba que retiraría aquella propaganda en infracción. No lo hizo.
Pasó el plazo estipulado en la Ordenanza y no lo hizo ni la facción de Juntos por el Cambio liderada por Rannelucci ni el Municipio.
Todos violan la normativa vigente.
Sin embargo hay que reconocerles algo, son coherentes, nunca estuvieron del lado de quienes la respetan, siempre estuvieron al margen de la ley
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS