Cincuenta años atrás cantaba Argentino Luna ‘Hoy la fiesta ha terminao… ¡pero el poncho no aparece!’, y bien parece aplicar el texto a la realidad política local. Que la fiesta terminó no quedan dudas y el que no aparece es el Intendente, quien no se ha mostrado ni en redes sociales ni en actividades del gobierno municipal, sumamente escasas tras el descalabro electoral.
¿Está gobernando Osvaldo Cáffaro? ¿Está en Zárate?
El artículo 108 de la Ley Orgánica de Municipalidades fija en su punto 13 que ‘Constituyen atribuciones y deberes en general del Departamento Ejecutivo: 13.- Solicitar licencia al Concejo en caso de ausencia mayor de cinco días.’ y hace más de 13 días que los vecinos de Zárate no conocen el paradero de su Intendente.
Cáffaro no aparece.
Seguramente fue un golpe muy duro, aunque previsible, la derrota electoral, que había sido precedida por dejarlo sin siquiera con el banquito, como dijera Ringo, pero no debe olvidar Cáffaro que tiene mandato hasta el 10 de diciembre próximo. Serán tiempos difíciles en los que intentará acomodar el desgobierno para intentar entregar un poquito menos desordenado el poder, tiempos en los que los balances deberán cerrar porque ya no contará con posibilidades de dibujar los números, tiempos complejos que se agudizarán tras el 22 de octubre y la inexorable auditoría legal, económica y financiera externa que deberá encarar quien triunfe en los comicios si no quiere quedar preso del total desmanejo actual.
Pero hasta entonces Cáffaro debe gobernar. A su manera, como pueda, pero debe hacerlo. La ley lo obliga a no ausentarse de Zárate, debe cumplir la ley. Algo que suele tratar de esquivar pero que cada vez tiene menos posibilidades de hacerlo.
En dos semanas solo apareció un día Arroquigaray para ser parte del acto en conmemoración de José de San Martín, del resto del Ejecutivo ni noticias. Se hizo largo el duelo.
Y el vacío de gestión lo llenan con mensajes autoelogiosos y mentirosos con los que pretenden reescribir la historia para intentar ser parte de ella, sin asumir que no fueron más que personajes de una historieta. El relato al cuál lamentablemente quieren obligarnos a creer.
Allí pretenden hacernos creer ‘El Paseo de la Ribera: un exitoso Plan Integral de Desarrollo Urbano’ y procuran ubicar a Cáffaro en el podio de los Intendente más recordados por los zarateños, junto a Luis Güerci y Aldo Arrighi…
Cierto es reconocer que Cáffaro pasará a la historia, nunca un vecino ocupó tanto tiempo como él la Intendencia Municipal, pero tampoco nunca antes un Intendente Municipal local fue imputado judicialmente en tantas causas, ni tampoco hubo Intendente zarateño que habiendo podido cambiar la realidad del Distrito eligió cambiar su propia realidad, ni tampoco hubo Intendente local que se haya ido tan desprestigiado de la función pública. A Osvaldo Cáffaro, en su última elección, lo acompañó solo 1 de cada 10 electores locales.
Quizás no es que no aparece, quizás esté escondido.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENDA CLANDESTINA DE NOTICIAS