El INDEC difundió ayer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de mayo y lo fijó su aumento en 7,9%, lo que da un acumulado anual del 44,2% y un interanual de 114,2%. Como señala el Instituto ‘La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (11,9%), producto de la suba de tarifas en los servicios de electricidad y gas natural por red. Le siguieron Restaurantes y hoteles (9,3%) y Salud (9,0%), ésta última por aumentos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga. La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%). Al interior de la división impactó la suba de Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos.’ Aunque curiosamente ‘Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en mayo fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%) y Educación (4,9%).’ Sí, como lo lee ‘La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%)’ y ‘Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en mayo fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%)…’.
Cuando uno hace las compras percibe que el aumento en los alimentos no es del 5,8% sino mucho mayor. Pasan los días y uno ve que la capacidad de compra disminuye… y se modifica la forma de compra buscando el menor deterioro posible.
Como los bienes de capital son imposibles de adquirir, se comienzan a comprar bienes de consumo. Y cuando esto comienzan a encarecerse, quienes pueden adquieren bienes de consumo cortoplacista en lugar de bienes de consumo a largo plazo. Como dijera Ergasto Riva, ‘La resignación al acceso de bienes de importancia aumenta el de bienes y servicios fútiles. Así fue que resignamos primero ser propietarios de una vivienda mientras aumentaba la venta de autos; luego nos conformamos con no tener auto, pero poder viajar; y ahora ya nos damos por satisfechos con ir al teatro y comer una pizza un sábado a la noche.’
Para más, en Argentina sigue creciendo el empleo… y la pobreza. Nos enseñaron que el trabajo dignifica, pero ahora sabemos que no siempre alcanza para comer. En muchos casos alcanza para pasar hambre dignamente.
Este año se cumplen 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina y aún resuenan las palabras de Raúl Alfonsín al pie del Obelisco cuando en su cierre de campaña afirmó ‘En la Argentina hay hambre, pero no porque falten alimentos como en otros países sino porque sobra inmoralidad.’ ¿Alguien tiene dudas que es así?
Argentina acumula 114,2% de inflación interanual, dato que la ubica a nivel mundial solo por debajo de, Venezuela y Líbano, algo presumible porque solo estos tres países sufrieron la pandemia y la guerra… en cambio el resto del mundo no…
Y mientras esto ocurre gran parte de los políticos argentinos, que desde la función pública deben implementar acciones concretas para solucionar estos problemas, la mayoría de los cuales son responsabilidad directa de su propio accionar, ya que la falta de conducción política tiene impacto directo en la economía. En la historia argentina sobran ejemplos que lo comprueban, son tan irresponsables los representantes políticos que están preocupados en los nombres que llevarán los frentes electorales o el reglamento interno para el reparto de candidaturas tras la PASO y la ciudadanía acepta mansamente que así ocurra.
La mayoría de los políticos viven en una nube de pedos porque la realidad no les impacta de manera concreta en su vida cotidiana, y hace rato que su accionar político se convirtió en su profesión y en un fin en sí mismo y no en un medio para la concreción de ciertos ideales. Hoy los ideales que sostienen es sálvese quien pueda, y obvio que son ellos los primeros en intentar poder.
Los problemas de los argentinos no son si el Frente de Todos muta en Unión por la Patria, con los mismos integrantes pero con otras caretas, o si Juntos por el Cambio incluye a Juan Schiaretti o no, con los mismos integrantes pero con otras caretas cuando por detrás ingresan gente de igual o peor calaña. Los problemas de los argentinos son concretos y pasan porque su situación económica, y tras ella muchas otras de sus realidades, está cada vez peor.
Lejos quedaron los anuncios del ministro de economía (¿y candidato presidencial?) Sergio Massa cuando auguraba ‘el objetivo es que la inflación llegue al 3% en abril’, estamos a junio y el anuncio del INDEC posicionó a la inflación a más del doble… y a los problemas de los argentinos mucho más que duplicados. Eso sí Massa sigue siendo ministro de economía y es el mejor candidato a presidente que puede exponer el actual gobierno nacional.
Pero hay quienes siguen viviendo en Narnia equivocando cuáles son las prioridades de los argentinos… pero también por responsabilidad de los propios argentinos.
En dos meses tendremos elecciones, ese será el momento de decir bien fuerte que nuestros problemas no son sus problemas.
En Corrientes, en las últimas elecciones, no votó más del 40% del padrón… aunque el voto es obligatorio. Muchos ya dejaron de creer en la construcción democrática como la vía para resolver sus problemas.
En su discurso de asunción ante la Asamblea Legislativa el presidente de la Nación Alberto Fernández, otrora endiosado y hoy denostado por sus mismos compañeros, afirmó ‘Cuando mi mandato concluya, la democracia argentina estará cumpliendo 40 años de vigencia ininterrumpida. Ese día quisiera poder demostrar que Raúl Alfonsín tenía razón. Espero que entre todos podamos demostrar que con la democracia se cura, se educa y se come.’
Estamos a seis meses de entonces, va a tener que seguir esperando.
¿Hasta cuándo tendremos que seguir esperando?
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS