No siempre uno tiene posibilidad de poder decir lo que uno piensa, y mucho menos que se pensamiento se publique en un medio de comunicación.
Desde hace unos meses tengo esa posibilidad, y no en cualquier medio, en Diario 16, que hace de la pluralidad ideológica y el respeto a las diferencias un estandarte de su accionar, siempre basado en la honestidad intelectual.
Hoy cumple un año el Diario, este diario que gracias a las nuevas tecnologías permite que un argentino como yo le cuente su forma de ver el mundo a muchos españoles que, como vos, están leyendo este texto, lo cual no es una apuesta sencilla, puesto que si bien hablamos el mismo idioma, no siempre queremos decir lo mismo cuando nos expresamos.
Sin embargo pese a ello, me abren sus páginas cada semana para que libremente comparta con los lectores mi visión del mundo, mi aporte al debate compartido para lograr entre todos mejorar y complementar nuestro pensamiento, y eso en épocas de posiciones dogmáticas, mayorías (no) absolutas pero absolutistas e intentos de imposición de una forma única de ver y entender la realidad no es poco
Agradezco esa renovada confianza semanal de permitirme expresar en libertad y celebro el primer año de vida de esta segunda etapa del Diario, la de la Segunda Transición, la que demuestra que pese a lo que dice el dicho, hay veces en que las segundas partes son buenas, y algunas de ellas, como ésta, son muy buenas.