El martes en la mañana llegó la noticia que en el Partido de General Rodríguez (sí, el mismo del triple crimen de la efedrina… coincidencias del destino, y la geografía), el ex Secretario de Obras Públicas de la Nación buscaba esconder dentro de un convento de la Iglesia Católica valijas con dinero y un arma de guerra, la Justicia investigará al respecto pero resulta oportuno compartir algunas reflexiones sobre la cuestión.
En primer lugar, el señor José López, que buscaba esconder dinero en valijas dentro de un convento religioso, manejó la Obra Pública junto al Arquitecto De Vido durante los 12 años de gobierno kirchnerista. Como dijimos oportunamente, que la amistad no incluya complicidad. Será bueno para la sociedad saber de dónde salió ese dinero, por qué se intentaba ocultar, etc.
Mientras tanto, se reiteran y se reiteran las imágenes del Intendente junto a los funcionarios nacionales denunciados ante la justicia e imputados por ella por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Sería oportuno que Osvaldo Cáffaro explique públicamente la relación que lo unía (¿y lo une?) con los personajes en cuestión, qué se incluye en su frase de “mi amigo el Arquitecto Julio De Vido”.
En segundo lugar, junto al dinero el señor López tenía un fusil semiautomático, un arma de guerra. Un ex funcionario público trasladándose por las calles de un pueblo con un fusil semiautomático en su coche. Algo totalmente común y cotidiano… si esto hace siendo ex funcionario… ¿qué habrá hecho siéndolo?
En tercer lugar, en la denuncia se menciona que el señor López estaba arrojando valijas por encima del tapial de un convento religioso, y al respecto cabe señalar que a menos que pretendiera realizar una donación anónima, al otro lado de la pared había alguien que estaba esperando el envío, lo cual convierte en cómplice a quien lo estaba haciendo. Como cantaba Violeta Parra décadas atrás, y parafraseándola, ‘Miren cómo nos hablan de igualdad | cuando de ella nos privan en realidad.’
Es claro que abundan las preguntas y escasean las respuestas, hay muchas declaraciones grandilocuentes y pocas acciones concretas que vayan en el mismo sentido para demostrar en hechos que a “a la jeta se le pone el lomo”.
Los mismos que dicen someterse a la Justicia, no hablan ante ella y presentan escritos para desligarse de los asuntos en los que estás denunciados e implicados.
Los mismos que hablan de igualdad ante la ley son los que escudándose en los fueros parlamentarios impiden que la Justicia pueda allanar su domicilio, malinterpretando y mal utilizando los fueros parlamentarios.
Por todo ello, nos quedan sólo preguntas…
¿Qué dirá el Santo Padre de la complicidad de sus palomas con el delito? ¿Por qué el dinero se buscó esconder en un predio de la Iglesia Católica? ¿Qué tiene para decir al respecto la jerarquía religiosa?
¿Qué dirá el Intendente Municipal del accionar de sus otrora ‘compañeros de trabajo’?
Cierto es que compartir una foto con gente denunciada ante la Justicia no convierte a nadie en cómplice de ellos… ni tampoco que el que hayan tenido exponenciales crecimientos patrimoniales durante sus gestiones significa que todos la hayan tenido… pero a veces es mejor elegir las compañías con las cuales uno quiere ser retratado para lo posteridad.
Dice Joan Manuel Serrat, y yo comparto, que son ‘Hijos del demonio, no tienen otro dios | que la codicia y más rey que el mercado | ni otra enseña que la de curso legal. Entre esos tipos y yo hay algo personal’.
Entre esos tipos y yo hay algo personal. Entre esos tipos y usted, Intendente, ¿qué hay?
Publicado en El Debate, Zárate.