En ‘El traje nuevo del emperador’, Hans Christian Andersen cuenta que dos estafadores que se hacen pasar por sastres engañan a un rey diciéndole que pueden confeccionar un traje que es invisible para los tontos o incompetentes. Temerosos de ser considerados tontos, todos los cortesanos alaban el inexistente traje, incluido el rey que finge ver el traje hasta que un niño inocente exclama la verdad: “¡El rey está desnudo!”.
Andersen utiliza esta metáfora para describir situaciones en las que una verdad evidente es ignorada o no se dice por miedo, conveniencia o conformismo colectivo.
Es algo que le pasó a Osvaldo Cáffaro, le pasa a Marcelo Matzkin y le pasa a todos aquellos que quieren y buscan que les pase.
Cuando se elige rodearse de focas aplaudidoras que ven trajes inexistentes no se gobierna mejor, de hecho ni siquiera se gobierna, lo único que se logra es la autosatisfacción personal, una masturbación intelectual de creer que se está haciendo todo bien cuando ni siquiera se está haciendo algo.
Y cuando uno marca los errores es denostado sin argumentos ni pruebas… sigan nomás, como dijéramos tiempo atrás cuando el caffarismo pretendió lo mismo y Matzkin y sus secuaces nos defendían: si esa lluvia me moja tiro mi paraguas a la mierda.
El pasado miércoles señalamos el estado de la calle Justa Lima entre Chile y Laprida… y los ignorantes se quedaron mirando el dedo, sin embargo al otro día, prestamente, anunciaron que el viernes comenzarían con la reparación.
Queda claro que Matzkin está desnudo, aunque entre falsos sastres, titiriteros y focas aplaudidoras que le alaben la ropa que porta.
¿No sería más sencillo llevar a la práctica lo que se decía pensar tiempo atrás de escuchar a todos, incluso a quienes no piensan como uno?
¿No sería más sencillo dejar de lado la peleíta estéril por las luces y preocuparnos por cambiar la realidad?
No es la primera vez que señalamos cosas, es de las pocas veces que nos hacen caso.
Qué diferente sería la historia si fueran menos altaneros y escucharan más.
Qué diferente sería la historia si no se la creyeran.
Qué diferente sería la historia si le dijeran a Matzkin que está desnudo.
Qué diferente sería la historia si Matzkin asumiera que lo rodean falsos sastres, titiriteros y focas aplaudidoras.
Qué diferente sería la historia si Matzkin asumiera que está desnudo.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información’.
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS