Empieza un nuevo año y las esperanzas e ilusiones se renuevan, aunque no haya muchas razones para que así sea, el cambio en el almanaque y la costumbre hace que así se sienta. Tengamos confianza que mejorarán.
A nivel local se inicia, ahora sí, ya era hora, la gestión de Marcelo Matzkin tal y como la diseñó, con nuevo organigrama, con nuevos responsables (¿nuevos?), y nuevas políticas a llevar adelante.
Hasta ahora hemos visto muchas acciones políticamente correctas, pero que no merecen el aplauso, no son más que hacer lo que se debe hacer. Decía Enrique Pinti ‘no hay que aplaudir cuando abren una escuela hay que cagarlos a patadas en el culo cuando la cierran, concha de su madre, porque abrirla es lo natural y lo que tiene que hacer cualquier gobernante en el mundo’ y tiene razón. No hay que aplaudir que Marcelo Matzkin haya puesto las camionetas a trabajar en la prevención en seguridad, hay que putear a Osvaldo Cáffaro por dársela a Darío Raffo para que vaya un fin de semana largo a su pueblo o que la usara él mismo. De hecho, el propio Matzkin no puso en duda ni investigó como es que llegaron esas camionetas a ser parte del mobiliario gubernamental. Quizás no lo sepa, quizás no lo recuerde. Quizás no le interese saberlo.
Esas camionetas son parte del patrimonio municipal producto de la coima institucionalizada que implementó Osvaldo Cáffaro, por la cual le exigía a las empresas que ganaban una licitación municipal una serie de bienes, lo cuál hacía que se encareciera la obra puesto que ninguna empresa dejaría de ganar dinero por cumplir con este ítem sino que abultaban el presupuesto a fin de poder cumplir con lo pedido. Descontamos que Marcelo Matzkin desmontará esta maniobra.
A propósito, dos consultas de cara a este 2024 que se inicia. ¿Todos los bienes que a través de esta práctica debían ser incorporados al patrimonio municipal son parte del inventario que se menciona en el acta de transmisión de mando? ¿Este proceder tampoco es suficiente para iniciar la intensiva, extensiva y exhaustiva auditoría externa, legal, contable y financiera, que eche luz sobre la realidad económica, financiera y legal del Municipio, amén de un detallado inventario de los bienes del Estado Municipal que venimos proponiendo desde hace tiempo o con el silencio serán cómplices del delictual gobierno anterior?
Es necesario que más allá de las políticas de lavado de cara impulsadas hasta ahora se pase a las políticas que demuestren, ahora sí, un verdadero cambio de época. Es necesario que se deje de hacer caffarismo prolijo, es necesario que se deje de hacer caffarismo. Los zarateños votaron, o creyeron votar al menos, otra cosa.
Las primeras señales se verán en los nombramientos que se realicen los primeros días del año para saber si efectivamente hay un cambio o tan solo se trata de un maquillaje. ¿Seguirán los funcionarios caffaristas que fueron nombrados hasta ayer? ¿Se dejarán de lado las prácticas y los procederes que caracterizaron la gestión anterior?
Marcelo Matzkin y sus funcionarios, ya es muy difícil hablar de equipo, tienen por delante el desafío de poder construir otro Zárate y hacerlo de cara a los vecinos.
Se perdieron los 48 días de la transición y los primeros 21 días de gobierno para hacer las cosas de otra manera, en el camino incluso se le agradeció al ex Intendente Cáffaro una colaboración inexistente.
Comienza un nuevo año y se renuevan las ilusiones.
Por eso cabe preguntarse…
Año nuevo, ¿gobierno nuevo?
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
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