La gestión de Leandro Matilla será recordada por largo tiempo en el Concejo Deliberante local, pero no por los discursos de ocasión que seguramente se pronuncien para destacar su labor sino por lo lamentable que fue en los hechos concretos.
Violó la legislación al dictar un decreto en oposición a lo que le recomendó la Asesoría General de Gobierno, órgano al que él mismo había recurrido para pedir asesoramiento.
Violó la normativa local de acceso a la información pública por parte de los ciudadanos, bloqueando el acceso a los archivos adjuntos presentados en los proyectos, hecho que se desencadenó cuando denunciamos públicamente la sustitución de documentos en Expedientes que se habían presentado pretendiendo corregir groseros ‘errores’ generados previamente.
Violó el propio Reglamento Interno del Concejo Deliberante en casi todas las sesiones del cuerpo.
Reconoció públicamente que no conoce la legislación vigente porque no tiene acceso a los decretos del Departamento Ejecutivo, sin presentar denuncia alguna sobre esta desviación de la norma por parte del Intendente, aunque tampoco hace públicos los que firma él, y sin embargo violando sus deberes de funcionario público es cómplice del delito y no lo denuncia ante la justicia.
Obviamente que no fue solo gestión suya, para lograrlo contó con la complicidad de casi todos los concejales que pasaron bajo su presidencia, vaya a saber a cambio de qué.
Y si así fue su gestión al frente del Departamento Deliberativo, ¿cómo no irse con la frutilla del postre?
Días atrás se publicó en la web del Concejo Deliberante que ‘varios concejales’ habían presentado un proyecto para prorrogar el período de sesiones ordinarias del cuerpo, tal como se prevé en la Ley Orgánica de Municipalidades.
Nos llamó la atención el Expediente y como el zorro sabe por zorro pero más sabe por viejo, procuramos conseguir la nota en cuestión y allí nos encontramos con algunas sorpresas.
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La primera de ellas es que de los 11 concejales firmantes, 5 de ellos solo estarán 5 de los 18 días hábiles en los que se extiende el período de sesiones, ya que culminan su gestión el próximo 10 de diciembre, pero además, en ese plazo, ¿qué quieren hacer? Si no son de trabajar mucho en la semana y nada los fines de semana.
Pero además, no firman la nota, curiosamente, concejales que seguirán en ejercicio después del 10 de diciembre, ¿ellos no quieren extender el período de sesiones ordinarias?
También esto nos permitió saber que existe un nuevo bloque en el Concejo denominado Bloque Frente de Todos Movimiento Evita, del que hasta el momento solo sabemos lo constituye el concejal Javier Yagode. ¿Existe el bloque en cuestión o es tan solo un sellito de goma que dice lo que no es, como en su momento lo hizo Lisandro Frutos?
También nos enteramos que Cristina Anfolisi es concejala del Bloque del Frente de Todos y Olga Cerato concejal del Bloque del Frente de Todos – PJ, ambos bloques inexistentes en el Concejo Deliberante. Rápido dejaron atrás a Unión por la Patria… ¿o es que ni siquiera cambiaron el sello? ¿Tanta importancia le dan al nombre que después no lo utilizan?
Y fundamentalmente nos enteramos que lo que el Concejo Deliberante, presidido por Leandro Matilla, nos cuenta que es el Expediente 478 no lo es. En realidad se trata del Expediente 479/23… y vaya uno a saber de qué se trata el Expediente 478.
Pero por si todo esto fuera poco, lo más curioso del caso es que ya hay un ejemplar de Decreto, sin fecha ni número, firmado por el propio Presidente del Cuerpo. Porque lo que nos presentaron como una nota de varios concejales es una nota que hizo, con errores ortográficos por supuesto, el propio Leandro Matilla y que la circuló para la firma de otros ediles.
¿Por qué ya tiene firmado el Decreto que aún no aprobó el Concejo Deliberante?
¿Qué quiere tratar Matilla en estas sesiones de prórroga? Si es tan importante que sesionen, ¿por qué no sesionaron en serio durante su gestión y trataron cosas más importantes para el Distrito que tapar un pozo o limpiar una zanja?, temas por demás importantes pero que no requieren del accionar del Departamento Legislativo.
Si el mayor logro de su gestión, dicho por él mismo, es sesionar el primer y tercer jueves de cada mes y es tan necesario sesionar, ¿por qué no sesionaron el jueves pasado?
¿Por qué el apuro de Matilla en prorrogar el período de sesiones? ¿Qué busca?
¿Por qué prorrogar las sesiones con la composición actual y no llamar a extraordinarias con la nueva composición, capacidad con que cuenta el Intendente y el propio Concejo?
La diferencia entre ambos tipos de sesiones es que en el caso de las extraordinarias solo se tratan los temas por los que se la convocan, mientras en las Ordinarias pueden ingresar nuevos proyectos y tratar múltiples temáticas, ¿cuál es el interés del fondo?
Soy ateo y poco puedo hablar de fe, pero quienes creen dicen que cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía.
¿A qué se debe tanta ‘generosidad’ del Presidente del Concejo Deliberante a días de dejar el puesto en el que demostró haber sido un incapaz para estar a la altura de las circunstancias?
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS