Hoy los zarateños elegimos intendente, pero además elegimos concejales, un grupo de vecinos que no son reconocidos por la responsabilidad que les cabe en la gestión de gobierno.
La Ley Orgánica de Municipalidades establece en su primer artículo que ‘La Administración local de los Partidos que forman la Provincia estará a cargo de una Municipalidad compuesta de un Departamento Ejecutivo, desempeñado por un ciudadano con el título de Intendente, y un Departamento Deliberativo, desempeñado por ciudadanos con el título de Concejal.’, pero nuestra cultura nos hace creer que todo pasa por quien ostenta la titularidad del Ejecutivo. Incluso los propios partidos políticos que se presentan a elecciones centran sus campañas en quien se candidatea a Intendente, lo cual refuerza la situación.
En realidades como las que vive Zárate desde hace un tiempo, esto se exacerba aún más porque el Intendente desconoce de facto la existencia del Concejo Deliberante, lo ignora, y actúa, muchas veces con la complicidad de los propios concejales, al margen de la ley.
Sin embargo hay que rescatar la importancia de los concejales porque son quienes cuentan con mayor respaldo popular, muy por encima del que posee el Intendente, lo que convierte al Concejo Deliberante en la institución local más representativa.
Imaginemos una situación hipotética en la que es electo Intendente un candidato con la mitad más uno de los votos… el Intendente y los concejales que lo acompañan en la lista representan a esa mayoría de vecinos, más allá de las particularidades de como se asignan las bancas, representan a la misma cantidad de gente. Pero la elección de concejales es una elección de suma positiva, es decir, todos quienes superan el piso electoral legal ganan algo, algunos más y otros menos, lo que hace que se amplíe la representatividad. En el Departamento Deliberativo hay más representatividad que en el Departamento Ejecutivo y es necesario que esa representatividad se ejerza.
Una encuesta nacional difundida recientemente señaló que un 72% de la sociedad no está satisfecha con la democracia en la cual viven y que un 50% está de acuerdo con la llegada de un gobierno no democrático si resuelve los problemas de la gente. Zárate no difiere mucho de esta realidad. La solución a este problema es más democracia, pero para ello quienes participan más activamente, deben hacer las cosas como corresponde y no es precisamente el ejemplo de los últimos años.
Hay que pasar página y dejar atrás el modelo de gestión personalista y absolutista que fue implementado en los últimos años, para empezar a construir Zárate entre todos, con responsabilidad compartida.
Zárate no puede seguir así. Zárate no va a seguir así.
Elijamos juntos.
Hoy cambiarán los nombres de quienes regirán los destinos del Distrito, es un primer paso, necesario pero no suficiente, es necesario que cambien la política y las políticas.
Tiene que cambiar a partir de hoy.
Ni Zárate ni los zarateños pueden seguir esperando.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS