Elisabeth Noelle-Neumann fue una politóloga alemana que, entre otros conceptos, desarrolló la teoría de la espiral del silencio. Esta idea viene a sugerir, a grandes rasgos, que las opiniones minoritarias tienden a ser reprimidas en favor de las mayoritarias, lo que hace que éstas aparezcan como mucho más mayoritarias de lo que en realidad son, dado que no hay una opinión contraria. Es una situación similar a la que ya hemos descripto en ‘No comamos mierda frita’, en tanto por no hacer lo que debemos hacer, se termina haciendo lo que no queremos que se haga.
En las relaciones humanas esto se repite con mayor asiduidad de lo que uno cree, puesto que en pos de agradar y ser parte de un grupo de pertenencia, quienes no comparten el pensamiento mayoritario no lo exponen, porque lo que se privilegia es estar dentro… a cualquier costo.
En política esto se vislumbra con el ‘voto a ganador’, con votar lo que votan todos, con ser parte de la manada.
Pero Noelle-Neumann también llegó a otra conclusión. Para la politóloga alemana una minoría convencida de un futuro dominante, y por ello, decidida a exponerse, se convertirá en la opinión dominante frente a una mayoría dubitativa y poco dispuesta a la exposición mediática. Por ello es importante hablar. Manifestarse. Expresar el pensamiento.
Para que las cosas cambien es necesario involucrarse, porque para cambiar el status quo siempre se comienza siendo minoría, pero hay que estar convencido de querer convertirse en mayoría para poder lograrlo.
Son momentos en los que los convencimientos son sumamente relativos y las opiniones tienden a reprimirse porque hay una corriente de opinión que pretende llevarnos, sin embargo tenemos que desarrollar nuestro propio nado, aun cuando este es contracorriente.
Los recientes resultados de las PASO en Zárate demostraron que no siempre lo que uno percibe como opinión mayoritaria lo es en la realidad, mi abuelo me enseño que los pescados se cuentan fuera del agua… mientras tanto son peces.
Es importante que pensemos qué futuro queremos para nosotros y para quienes nos sucedan. Qué realidad queremos para nuestras familias y nuestros amigos.
Es imprescindible que recuperemos la ciudadanía y eso incluye poder decir lo que pensamos y actuar en consecuencia. Solo así podremos construir el futuro que queremos.
Que nadie nos diga qué hacer.
Que nadie nos compre nuestro pensar ni nuestro actuar.
No entremos en la espiral del silencio.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS