Un nuevo 24 de marzo y nuevo reclamo de Memoria, Verdad y Justicia.
Pero no es un 24 de marzo más, este año tiene la particularidad de tener mucho más fresca la historia entre quienes la conocieron a través de una película, y de ser el año en que se cumplen 40 años de democracia en Argentina, un tiempo nunca alcanzado en la historia y que nos plantea el debate sobre qué país venimos construyendo y cuál es nuestro proyecto de país.
Está más que claro que el golpe cívico militar de 1976 buscó coartar una propuesta de país distinto e imponer las políticas económicas concentracionistas y ultraliberales que, con pocas excepciones, se aplican desde entonces.
¿Se puede hablar de democracia entonces? ¿Tiene libertad para decidir quien pasa hambre? ¿Puede elegir quien depende del Estado y sus tentáculos para sobrevivir? ¿Hasta dónde son reales los preceptos constitucionales de igualdad?
Ese es el desafío de la hora, el mismo que 47 años atrás aunque habiendo aprendido que el método elegido entonces no es el correcto.
Tenemos por delante el reto de construir un país para todos, pero en serio. No discursivamente sino objetivamente. Que cada día que pase estemos más cerca de conseguirlo es el mejor homenaje para quienes lucharon por una Argentina mejor.
Pasaron 47 años, los desafíos siguen siendo los mismos.
Atrevámonos a soñar un futuro mejor.
Estemos dispuestos a construirlo.
Para todos, todo.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información’.
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS