A los dos lados del mostrador

En julio del año pasado, en medio de la pandemia, contábamos que ‘Osvaldo Cáffaro habría pedido licencia para no firmar, en nombre del Municipio, la compra del predio en donde Zárate depositaba sus residuos domiciliarios. Dada la magnitud de la operación inmobiliaria resulta muy llamativo que haya tanta urgencia para que lo firme el ‘Intendente interino’ según consta en el documento’ y al mes siguiente, en ocasión de una sesión plagada de irregularidades que se convocó para la aprobación de la compra del citado predio sin que la sesión fuera transmitida por streaming ni que después de la misma se haya hecho pública la filmación de la misma.

Pero al final de cuentas, ¿Qué le hace una mancha más a este Concejo Deliberante tan manchado?

Dicha compra estaba pactada, de acuerdo a la cláusula cuarta del boleto de compra venta, ‘en la suma de PESOS NOVENTA Y DOS MILLONES ($92.000.000-)’ y según se señalaba en dicho boleto era posible la transacción porque ‘mediante Ordenanza Nº 4611 sancionada por el Honorable Concejo Deliberante del Partido de Zárate, con fecha 30 de Noviembre de 2017 y promulgada por Decreto Nº1025/2017, del Departamento Ejecutivo Municipal, que dispone en su Art. 2º: “Autorizase al Departamento Ejecutivo Municipal de Zárate a adquirir una porción del inmueble que se identifica como Circunscripción: II, Parcela 214, del Partido de Zárate, ubicado en la intersección de las Rutas Nacionales Nº 9 y Nº 193, por las sumas que surjan de tasación oficial que a tal fin se confeccione’.

Ahora bien, este tema fue uno de los ejes de discusión porque no se conoció tasación oficial del predio, realidad que en flagrante violación de la normativa ambos bloques del frente de Algunos decidieron obviar y seguir adelante.

Sin embargo el tiempo pasó y hoy se conoce la tasación que fijó en 92 millones de pesos el monto a pagar por el Municipio por la compra del predio de Concaro, la realizó Silvana Ferrúa, quien el 24 de julio presentara el informe de COVID-19 de Zárate como Directora de Articulación Público-Privada, es decir que una funcionaria municipal es quien tasa el predio que va a comprar el Municipio y, además, rubrica la valuación sin un número de matrícula que avale que puede fungir como tal.

Actúa a los dos lados del mostrador.

¿Es Ferrúa una martillera y corredora pública en condiciones de firmar como tal? ¿Por qué no coloca su matrícula debajo de su firma? ¿Está registrada en el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Zárate Campana? ¿Siendo funcionaria pública puede ejercer como martillera? ¿Es legal que siendo funcionaria municipal tase un bien a comprar por el Municipio? ¿Es ético? ¿Qué opinan sus pares martilleros? ¿Qué opina el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Zárate Campana? ¿Qué opinan los funcionarios municipales? ¿Qué opinan los veinte concejales?

Esta realidad exhibe de manera clara y palmaria los manejos del municipio en las cuestiones inmobiliarias.

Dado el cargo que ostenta Ferrúa y su ‘rol’ de martillera, ¿Qué actividad tuvo en el desarrollo de Zárate Chico? ¿Puede exhibir el Municipio toda la documentación sobre este emprendimiento?

¿En qué otras veces estuvo a los dos lados del mostrador?