Dos años después de las últimas elecciones los zarateños volvemos a las urnas, y estos comicios traen ciertas particularidades que son oportunas conocer antes para poder analizar después los resultados de una manera más certera.
Bien podríamos realizar una fotografía de la realidad, pero eso solo nos mostraría el afuera, que a muchos entusiasma, pero estamos convencidos que siempre lo mejor no es lo que ven todos sino lo que solo algunos pueden ver, en busca de eso vamos.
Inicialmente debemos señalar que el aumento de electores en este período, llamativamente, es el menor, porcentualmente, de todos los interregnos electorales desde 1983 a la fecha, puesto que en 2019 están habilitados para votar un 0,7% más de electores que dos años atrás, un porcentual bastante inferior al 1,8% de crecimiento que hubo en la elección de diez años atrás y sumamente lejano del 5,1% de crecimiento de electores que tuvo la elección ejecutiva anterior, realizada cuatro años atrás.
Teniendo en cuenta esta situación, resulta oportuno realizar una comparación entre ambas realidades, la del padrón utilizado en 2015 y la del padrón a utilizarse en 2019.
Mientras en 2015 estaban habilitados para votar 4.440 ciudadanos más que en la elección inmediata anterior, en esta oportunidad el aumento de electores entre las últimas elecciones y la de este año es de apenas 664 ciudadanos. Las razones del por qué pueden ser múltiples, en primer lugar hay que considerar que el padrón a utilizarse es más preciso, puesto que los ciudadanos de los que se carecía información respecto a fecha de nacimiento cayó, por ejemplo, 4 puntos porcentuales entre 2015 y 2019. Pero curiosamente el mayor crecimiento porcentual se da en aquellos ciudadanos mayores de 100 años, puesto que hace 4 años solo un elector zarateño superaba el siglo de vida y en esta elección son 81 los ciudadanos que forman parte de este grupo. Es curioso que el mayor crecimiento esté dado por hombres, en un 68%, dado que la expectativa de vida de los hombres es menor que la de las mujeres y, además, el padrón electoral zarateño es cada vez más femenino.
Efectivamente el padrón de la elección de 2019 es 0,6 puntos porcentuales menos masculino que el de cuatro años atrás. Si bien en 2015 ya eran mayoría las mujeres, la brecha se va ampliando y hoy en día las mujeres electoras en Zárate son una mayoría más amplia que en 2015.
Se mantiene estable, sin embargo, dónde se decide la elección zarateña, al igual que en 2015 alrededor del 70% de los electores se ubican en la franja entre 21 y 60 años, aunque cuatro años después se observa un envejecimiento del electorado general. Claramente esto no está dado por la edad de los electores, que desde 2013 agrupa a los mayores de 18 años, sino que se observa una mayor participación de los grupos etarios de mayor edad por encima de los más jóvenes.
En síntesis, cada vez más las elecciones en Zárate la deciden las mujeres y los más adultos, y cada vez más las mujeres mayores. Exceptuando la lógica de aquellas mujeres mayores de 60 años, cuyo dato de año de nacimiento no figuraba en los padrones y que se fueron incorporando a medida que iban renovando su documentación personal, se ve que con la sola excepción del grupo etario de entre 18 y 20 años, en el que el crecimiento de los hombres es mayor que el de las mujeres, en todos los otros grupos el crecimiento de las mujeres es más amplio, registrando casos curiosos como aquellas que se ubican entre los 21 y los 30 años, donde el crecimiento femenino casi triplica el de los varones, o el de los sub 18, donde la participación de las mujeres hoy es un 30% mayor que la participación de los hombres en relación con la participación de cuatro años atrás.
Se ve también la notoria pérdida de participación porcentual del ‘centro’ en el total de electores que en esta oportunidad ven caer 2,3 puntos porcentuales su injerencia en la elección del intendente respecto a la misma elección anterior, ‘poder’ que migró a Villa Fox, que vio incrementar su participación en 1,3 puntos porcentuales, acaparando el 26,7% del total de los electores del Partido. Cabe señalar que los barrios se agrupan en circuitos en términos generales, puesto que no es raro encontrar gente de Villa Massoni votando fuera de su barrio o gente que vive en Zárate y debe votar en Lima.
Respecto a Lima, si bien están habilitados para votar en el circuito 1021 699 ciudadanos más que cuatro años atrás, su participación en el total del Distrito se mantiene estable en alrededor del 10% del total.
Finalmente los datos curiosos del padrón.
Hay 1 ciudadana de 104 años, 10 ciudadanos de 103… y hasta está mi abuela, que falleció el año pasado.
Pero también hay 22 ciudadanos con domicilio en Pavón 588 o más de 30 domicilios que no se pueden georeferenciar.
Aunque esta información es difícil de cotejar, puesto que, por ejemplo, la familia del Intendente Cáffaro, que pese a convivir en un mismo hogar, figuran con 4 direcciones diferentes, algo que también se repite en el caso de Sandra París y de Edda Acuña, o el caso de Julián Guelvenzú, quien según el padrón a utilizar en la próxima elección, no convive con su cónyuge.
Esto es lo que arroja el análisis del padrón, el no quedarse tan solo con la foto sino el estudio más profundo para intentar entender y comprender el electorado zarateño. Damos por descontado que lo aquí expuesto no es novedoso para ninguna de las fuerzas que presentan candidatos el próximo 11 de agosto, porque para poder representarlas acabadamente se debe conocer como la palma de la mano lo que se pretende representar.
Creemos no equivocarnos.