En la ciencia política hay un concepto que explica cómo los medios de comunicación imponen una agenda, cómo la opinión pública se basa en la opinión publicada y esta retroalimenta la opinión pública. Cómo la gente habla de lo que aparece en los medios y como lo que está fuera de estos no existe. Es lo que en 1972 Maxwell McCombs y Donald Shaw denominaron agenda setting, nombre que según el propio McCombs ‘proviene de la noción de que los mass-media son capaces de transferir la relevancia de una noticia en su agenda a la de la sociedad’.
Según Noam Chosky, esta imposición de la agenda temática es una ‘alianza tácita que existe entre el gobierno de un país (generalmente Occidental y sobre todo Estados Unidos) y los medios de comunicación para comunicar a los espectadores, oyentes o lectores de un determinado medio sólo lo que interesa, y ocultar al máximo lo que puede resultar peligroso o perjudicial para la estabilidad que ellos creen la correcta para su país’. Esta definición, sin dudas, explicita mucho mejor lo que en Argentina se dio en llamar blindaje mediático, que no es más que ocultar las ‘malas noticias’ para conseguir que la ciudadanía se interese en determinadas cuestiones y deje a un lado aquellas que pueden cuestionar el status quo.
Esto, que parece lejano e inicialmente vimos en Estados Unidos ocurre hoy en Zárate. El Intendente Osvaldo Cáffaro está blindado mediáticamente y los principales medios de comunicación buscan imponer una serie de temas que no son los que le importan a la ciudadanía, excluyendo claramente los que el gobierno municipal no quiere discutir. Esos titulares no existen y se encargan muy bien de ignorarlos.
La mortalidad infantil en Zárate es un ejemplo concreto de esta cuestión.
Hace una semana expusimos en exclusiva la tasa de mortalidad infantil del Distrito y ningún medio trató el tema, ningún periodista le preguntó a los funcionarios públicos al respecto, y ningún funcionario, ni oficialista ni opositor, habló sobre la cuestión.
¿Por qué no se habla de mortalidad infantil en Zárate? ¿Por qué la Secretaría de Salud no expone públicamente las estadísticas sobre el tema? ¿Por qué el Intendente Municipal no da explicaciones de por qué en 2018 murieron más de 11 niños cada 1000 nacidos vivos? ¿Por qué los concejales no se autoconvocan para exigir las explicaciones y, fundamentalmente, para generar propuestas con planes de acción concretos para combatir esta realidad? ¿Por qué los medios de comunicación hablan de una escuela de básquet y no hablan de estas cuestiones? No hay propuestas y estamos en plena campaña electoral. Si no las hay ahora, imaginemos lo que nos espera.
El pretender tapar el sol con un dedo no hace que el sol deje de estar tras el dedo.Los representantes deben ocuparse de los temas que preocupan a la ciudadanía, el no hablar de los problemas no los hace desaparecer.
¿Querrán hacer un efecto woozle, como en el caso de la Campaña Nacional de Seguimiento contra Sarampión y Rubéola cuando pretendieron hacernos pasar gato por liebre?
‘El woozle es en origen una especie de gamusino en el universo de Winnie the Pooh. En una de sus aventuras Pooh y Piglet encuentran unas huellas en el camino que asumen son de un woozle. Siguen el rastro buscando al animal durante un largo período, encontrando cada vez más huellas, hasta que finalmente se dan cuenta de que el woozle nunca existió y que se habían pasado el tiempo siguiendo sus propias pisadas dando vueltas sobre sus pasos.’ Pooh y Piglet estaban construyendo su propia realidad, que difería de la realidad real. Eso es lo que día a día le pasa al Municipio y los medios de comunicación, pretenden hacernos creer, una realidad deformada e irreal.
Reformulando la frase de Chomsky podemos exponer, sin temor a equivocarnos, la ‘alianza tácita (y a veces no tanto, pero sí oculta) que existe entre el gobierno del Municipio y los medios de comunicación para comunicar a los espectadores, oyentes o lectores de un determinado medio sólo lo que interesa, y ocultar al máximo lo que puede resultar peligroso o perjudicial para la estabilidad que ellos creen la correcta para su Distrito’, y para ello hay múltiples formas de conseguirlo, la pauta publicitaria que otorga a cada uno de ellos es quizás la más notoria.
La oposición, si pasa a ser oficialismo, ¿hará lo mismo y por eso se cuida de cuestionarlo?
Como dice un amigo, al que le quepa el sayo…