Históricamente ha habido grietas en la política argentina, desde quienes defendían la independencia del país en aquel mayo de 1810 enfrentados a quienes querían seguir siendo una colonia española, pasando por unitarios y federales, radicales y conservadores, peronistas y antiperonistas, hasta llegar a la más reciente de K o anti K. Entiendo que a nadie debe alarmar estas antítesis, puesto que de la interacción de ellas se logra la síntesis superadora, el problema es cuando una niega la otra, porque entonces la resolución es la eliminación de una de ellas.
Y en Zárate estos días no es la excepción a esta grieta, aunque la misma no se da en términos político partidarios, donde pareciera que están todos más o menos del mismo lado, ni por cuestiones ideológicas, cuyo debate no abunda por estos lares, sino que lo que divide a la sociedad zarateña es la gestión.
El mejor gobierno es el que hace más felices a la mayor cantidad de ciudadanos la mayor cantidad de tiempo posible, lo que puede generar diferencias, entonces, es qué genera esa felicidad.
Hoy el reclamo de gran parte de la sociedad, y que marca diferencias con otra parte de la misma, es cuáles son las prioridades del gobierno municipal. Si lo lindo o premiable prima sobre lo urgente y necesario, si lo vistoso se impone sobre lo que no se ve.
Seamos claros antes de seguir para evitar susceptibilidades, ningún gobierno hizo más obras públicas en la historia del Partido de Zárate que el actual, eso no está bajo discusión, lo que los vecinos reclaman es que se hacen obras para la tribuna en lugar de hacer acciones concretas para los vecinos.
Lo que se discute es si en las obras que se hicieron se gastó lo que se debía gastar, o se gastó más.
Lo que se discute es si en las obras que se hicieron todo el dinero fue para obras, o se perdió parte en el camino.
Lo que se discute es si las obras se hicieron con la calidad exigida, o lo importante era inaugurar a cualquier costo.
Muchos vecinos entienden, y nosotros también, que se perdió una oportunidad histórica. Este gobierno pudo ser quien más obras públicas hizo porque fue el que más dinero recibió del Gobierno Nacional, entonces es válido el reclamo vecinal. Lo que está en discusión es por qué se hace una costanera o un parque urbano, con pista de skate incluida, si antes no se hacen cloacas, tendido de agua o asfalto en los barrios donde viven los vecinos para quienes se dice que se hace la costanera.
Esa es la verdadera grieta zarateña.
Cierto es que hay obras que deben hacerse en el centro porque es el punto donde confluyen los vecinos de los diferentes barrios, pero en lugar de peatonalizar Justa Lima entre Ituzaingo y Belgrano es más importante acondicionar las calles de los barrios para que no se inunden en cada lluvia. Está bueno poder escuchar a Víctor Heredia, pero más importante es escuchar a los vecinos.
Sobre la grieta cantó la murga Agarrate Catalina en el último carnaval uruguayo, y en su canción final pareciera que hablara de Zárate, canta la murga de los Cardozo sobre ‘semillas buenas que hoy son plantas detestables’, sobre ‘los viejos lobos que hoy estrenan nuevas pieles’ y pareciera que hacen una radiografía de la realidad local.
Por eso, como cierran ellos su actuación, ‘sé que quiero estar en la mitad del mundo que se juega el cuero por el otro medio mundo’, y eso, como siempre, significa tener la utopía (y pelear por ella) de que ‘otros puedan tener lo que uno disfruta y ama’.
Publicado en El Debate, Zárate.