Cuándo éramos chicos, jugar a las escondidas representaba uno de los planes más entretenidos en las tardes de Zárate. El esconderse durante gran parte de la tarde en las barrancas o los cañaverales, esperando no ser descubierto por quienes se empeñaban una y otra vez en lograrlo, representaba un desafío interesante e implicaba cierto conocimiento del terreno, cómo mimetizarse con el entorno, en fin, como pasar desapercibido para evitar ser descubierto.
Pasó el tiempo, estamos más viejos, y hay cosas que ya no hacemos… o que no deberíamos hacer, el esconderse es una de ellas, máxime aun cuando uno tiene responsabilidades. Hemos recalcado una y otra vez en este mismo sitio la importancia de mantener una coherencia sólida entre el decir y el hacer, entre el parecer y el ser, y una vez más esta dualidad se rompió.
El pasado domingo en horas de la madrugada hubo un accidente en las proximidades de uno de los ingresos a la ciudad de Zárate que involucró, según refieren las crónicas periodísticas, a la entonces Directora de Movilidad Urbana (que no es más que la forma marketinera de llamar al histórico Director de Tránsito) Soledad Mc Nally. Tras el siniestro la funcionaria, que no venía conduciendo, ‘se bajó borracha e increpó a los policías que le hicieron el test de alcoholemia’. Estas mismas reseñas indican que la actitud de Mc Nally fue ‘belicosa y provocadora’, y que al bajar del vehículo le espetó a los policías que ‘al ser funcionaria municipal no se le debía hacer intervención alguna’. La policía indicó además que Mc Nally ‘hablaba incoherencias producto del alcohol’ y que su test de alcoholemia arrojó un resultado de 0,6 gramos de alcohol por litro de sangre.
Es clara y rotundamente reprobable la actitud matona de increpar a los policías por tener un cargo municipal, como lo es el estar dispuesto a viajar en el coche con quien conducía, según indica la Policía de la Provincia de Buenos Aires su esposo, Secretario Adjunto de la UOM, y que superaba el doble del máximo permitido de alcohol en sangre para poder conducir un vehículo por lo que le retuvieron la licencia de conducir y en el día de hoy le realizaron la multa correspondiente, pero como en aquellos juegos de niños, para que el juego se pudiera jugar era necesaria la participación de otros amigos. Y ésta es, a mi entender, la parte más compleja de la cuestión, puesto que pretender cargar todas las culpas sobre Mc Nally es, cuando menos canallesco.
Cierto es que ella pretendió seguir escondida, y si bien el hecho ocurrió en la madrugada del día domingo, no se mostró hasta el día martes, e incluso en el transcurso de la tarde decidió dar de baja sus cuentas en redes sociales, Facebook y Twitter, con el objetivo de poder seguir oculta, pero tarde o temprano todos los jugadores aparecen y deberá dar las explicaciones del caso, pero lo interesante es observar el juego del resto de los jugadores, porque exponen claramente cuáles son las situaciones a las que nos exponemos cada día y que, muchas veces, no se nos explica con claridad cuál es el juego que nos pretenden hacer jugar.
Comencemos entonces por quien organiza el juego, el Intendente Municipal Osvaldo Cáffaro, quien no dio la cara para explicar la situación ni accionó en sentido alguno. ¿Se enteró el mismo domingo del accidente? ¿Se enteró el lunes? ¿Se anotició el martes a través de los medios de comunicación? En cualquier caso, dada la gravedad de los acontecimientos, ¿por qué no decidió echarla en lugar de la suspensión que anunció su Secretario de Gobierno? ¿Por qué sigue jugando a las escondidas? ¿No le parece que a los 58 años ya es momento de dejar de esconderse y asumir responsabilidades? Recuerde que ser intendente no es un trabajo sino un servicio a la comunidad.
Pica Cáffaro escondido detrás del árbol esperando que todo pase para salir y hacer como que nada pasó.
Pero, los funcionarios municipales ya nos tienen acostumbrados al no respeto de la ley, actuar al margen de las normas porque el accionar de Mc Nally no es menor que lo que produjeran en su momento Ariel Ríos y María Laura Fangio, cuando manipularon las cámaras de seguridad municipales en un hecho nunca aclarado y que el Concejo Deliberante en su totalidad premió reeligiendo a ambos en sus puestos en el cuerpo.
¿Qué ocurrió con los concejales? La mayoría de ellos jugando a esconderse, con la honrosa excepción de Marcelo Matzkin quien públicamente expresó que ‘Si todo es real no puede seguir más. No es más un buen ejemplo en materia de tránsito. El funcionario debe siempre tener más precauciones que lo normal. Siempre el funcionario debe predicar con su conducta. La función pública es una vidriera. Si cometió un error debe pedir disculpas y dar un paso al costado. Es un hecho que repito es muy grave si así sucedió. El intendente Cáffaro debe prescindir de sus servicios si es así, por el bien de todos’. Hace tiempo lo habíamos expuesto, ‘Una vieja anécdota cuyana contaba que en ocasión de la elección de José Octavio Bordón como Gobernador de Mendoza en 1987, ‘Pilo’ reunió a sus hijos y les dijo ‘los semáforos nunca se pasan en rojo, y ahora menos’, dándoles a entender la importancia de predicar con el ejemplo, puesto que si un funcionario público o su familia no cumple con la ley, qué puede exigirse al resto de la sociedad’.
Quien pretendió salir a picar a todos sus compañeros fue la titular del Bloque de Concejales de Cambiemos, María Elena Gallea, quien en un confuso texto dirigido al Presidente del Concejo Deliberante manifestó ‘Me dirijo a Ud. a los efectos de solicitarle informe a este Bloque y al resto de los Bloques que conforman este Honorable Concejo Deliberante, si las noticias vertidas en distintos medios de prensa, acerca de un gravísimo accidente de tránsito ocurrido en la madrugada del domingo próximo pasado, en el cual, se encuentra involucrada la recientemente nombrada Directora de Movilidad Urbana, Señora Soledad Mc Nally, son ciertas, porque además del grave accidente ocasionado, las versiones indican test de alcoholemia positivos e intento de dificultar la tarea de los efectivos policiales’. Realmente no aporta nada a la cuestión y lo único que busca, claramente, es posicionarse frente a un hecho de relevancia pública, pero que no se condice con el accionar de su propio bloque para con el resto de las acciones de los funcionarios públicos locales. No pretenden modificar la realidad, solo pretenden aparecer en los medios de comunicación haciendo como que la quieren modificar.
Y finalmente pica a los funcionarios locales que, presionados por la situación, pretendieron dar explicaciones de lo sucedido. Quien habla en nombre del gobierno municipal es Juan Manuel Arroquigaray, de quien ya hemos explicado sus antecedentes y su prontuario, y que su propia historia invalida para estar donde está y sin embargo el procesado Intendente Cáffaro mantiene en su puesto. Abrumado por los hechos reconoce el accidente y la participación de Mc Nally como así también su test de alcoholemia positivo, pero dice desconocer que haya intentado ‘chapear’ a las autoridades policiales, ¿será que le habrán dado de su propio remedio y le hayan ocultado alguna información o en realidad no hace más que seguir haciendo lo que mejor sabe hacer y es él quien esconde información?
Afirma Arroquigaray que, sin tener información total de los hechos puesto que niegan haber hablado con Mc Nally y dicen basar su accionar en los dichos del personal policial, lo cual descalifica las medidas tomadas, procedieron a suspender a Mc Nally y que ante ese hecho ella decidió renunciar y se le aceptó la renuncia. Resulta curioso el proceder, puesto que ante procesamientos de la Justicia los funcionarios siguen en sus puestos, ante inhabilitaciones legales los funcionarios siguen en sus puestos, evidentemente pesan más unos minutos en medios nacionales de comunicación que el respetar la ley. Pero no solo eso, sino que si son honestos y es real lo que afirman, cosas que me permito dejar bajo sospecha, no deberían haberle aceptado la renuncia porque debería haberse dado una clara señal de que está bien y qué está mal. No hay que aceptar la renuncia de un funcionario que hizo mal las cosas. Si se demuestra que las hizo mal hay que echarlo.
¿Qué hicieron TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS, Mc Nally, Cáffaro, los concejales y los funcionarios el día lunes? Nada. Durante el lunes siguieron jugando a las escondidas.
Los hechos se conocieron por una denuncia que reprodujo en Facebook el sitio Noticias en medios el pasado 11 de febrero a las 21:06 con declaraciones de Silvia Chiama, quien iba en el vehículo chocado. Decía la nota que ‘A las 5,30 de la mañana, a la altura de la rotonda de Zárate, fuimos impactados por la parte trasera. En el vehículo que nos chocó viajaba una pareja, y la mujer supuestamente es la Jefa de Transito de la Municipalidad de Zárate. Los dos estaban alcoholizados. Yo y el niño que veníamos en la parte trasera quedamos atrapados y tardaron un poco para sacarnos del interior (…) los primeros que nos socorrieron fueron los que viajaban en un micro que transitaba delante nuestro y poco después llegó la ambulancia y nos llevaron al Hospital de Zárate donde nos atendieron muy bien. Yo recibí el alta y anoche me trasladaron hasta Gualeguaychú pero el nene aún está internado en Zárate y esperamos que hoy ya pueda estar en nuestra ciudad. Ambos recibimos múltiples golpes pero afortunadamente la podemos contar (…) después del hecho, mi sobrino que era el que conducía el coche en el que viajábamos comprobó que nos habían robado los bolsos y dinero en efectivo que llevábamos, que a consecuencia del impacto quedaron esparcidos en la ruta. Después la Policía hizo el control de alcoholemia a los conductores y en el caso de los dos que nos chocaron les dio positivo’.
¿Actuaron el día martes porque la noticia trascendió en los medios nacionales? Ya no es momento de seguir jugando, es momento de asumir nuestros años y nuestras responsabilidades. Es tiempo de ‘picar’ a quienes vemos escondidos queriendo hacer que el juego siga sin darse cuenta que hay game over, el juego terminó.
Game over, el juego terminó
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