Con esta frase se refería mi abuela a las acciones realizadas una vez ocurrido el hecho, que venían a intentar solucionar un problema previo pero que dada la temporalidad en la que se emprendían no eran más que un gesto limitado, puesto que no podía modificar la realidad. No era más que gesto, pero a todas luces intrascendente.
Mi abuela podría explicar muy bien, entonces, el accionar del gobierno municipal, que en lugar de intentar cambiar las cosas para que los vecinos vivan mejor, lo único que hace es realizar gestos y construir discursos que no modifican la realidad, sólo intentan tapar el pozo… y a veces ni eso. Nuestras calles pueden dar fe de eso.
Tras los reclamos de los vecinos de Lima, y con una demora poco justificada, finalmente el Intendente Cáffaro se reunió para escuchar las peticiones y al salir dio declaraciones a los medios en las cuales explicó qué se había hablado y a qué conclusiones habían arribado.
Dijo el Intendente que ‘nos quedamos retrasados con Lima y con algunos barrios de Zárate’, porque tras 23 días de lluvia no soportaron las calles de tierra. Habría que repreguntarle al Intendente, cosa que no hizo ninguno de los periodistas que escucharon el monólogo municipal, por qué hay calles de tierra en Zárate y Lima, y por qué no utilizaron el dinero que se destinó a la construcción de la costanera en ambas localidades, en mejorar la infraestructura de los vecinos.
Miente Cáffaro cuando dice que ‘cuando llegamos a Lima teníamos prácticamente siete cuadras de pavimento’. O no sabe contar, cuestión que dudo, o sabe mentir, cuestión que creo. Y lo dice sin inmutarse y sin que nadie le diga en la cara ‘Intendente, usted miente’.
Pretende escudarse en cuestiones externas para disipar su responsabilidad en las penosas condiciones en las que se encuentras varias zonas del Distrito. Y pone la responsabilidad en la climatología y en un imaginario cuando afirma que ‘algunas máquinas se rompieron por el desgaste y otras se rompieron porque se rompieron a propósito’, es decir, asume que hizo todo bien pero que dios es malo y mandó mucha lluvia, y por si fuera poco, hubo quien rompió maquinaria municipal, pero no cumple con su deber, no realiza sumario alguno que se conozca ni presenta denuncia judicial. En lugar de asumir su responsabilidad y en un claro caso de incumplimiento de deberes de funcionario público sostiene muy livianamente que ‘bueno, todo forma parte de algo que sucedió’.
No es así Intendente, usted tiene la responsabilidad de denunciar penalmente cualquier atentado contra el mobiliario municipal, no es algo que sucedió. Si usted cree firmemente en ello, denúncielo. Si no, lo único que hace es echar un manto de sospecha sobre todos… y sobre nadie.
Y por si fuera poco, vuelve a surgir la cuestión de la elección del Delegado Municipal en Lima, a lo que usted propone consultar a las fuerzas políticas representadas en el Concejo Deliberante para su designación. Usted lleva muchos años en la actividad municipal ¿Por qué no lo propuso hasta ahora? ¿Por qué no cumplió con su propuesta de campaña de 2007 cuando hablaba de una consulta a los vecinos de Lima para el nombramiento del delegado? Porque lo único que hace es intentar tapar el pozo, disipar la atención y no le interesa cambiar la realidad para construir un mejor Distrito.
¿Qué queda para adelante? Según Cáffaro la licitación de obras para las mejoras reclamadas, nosotros, a falta de control del HCD, seguiremos los pasos que se den en ese sentido. Ojalá tengan mejor futuro que la licitación del servicio de transporte público que pasa y pasa el tiempo y no se decide a adjudicar a quien gana, porque en este tema, como en casi todos los de su gestión, al Intendente le interesa más tapar el pozo para mostrar que hace algo a evitar que el chico muera.