Este sábado se cumple un nuevo aniversario del último golpe militar, que dio lugar a la dictadura más sangrienta de la historia argentina. Ya pasaron 42 años y hay heridas que aún no cicatrizan.
Hay quienes siguen extrañando esa época y recuerdan con nostalgia esos momentos en que la sociedad era sometida con violencia, y paralelamente se imponía un modelo económico que aceleró la decadencia nacional, basado en la desaparición y aniquilamiento de los opositores y de todo aquel que pudiera ser un obstáculo para la realización de un programa que no se planificó ni en la Casa de Gobierno ni en el Edificio Libertador, puesto que los militares argentinos no fueron más que soldaditos que puestos a jugar una guerra ajena, la jugaron de la peor manera, ya que como denunciara Rodolfo Walsh en la Carta Abierta a la Junta Militar a un año del golpe, ‘Lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades’.
Pasa un nuevo año y hay quienes siguen glorificando el terrorismo de Estado y justificando el accionar de las Fuerzas Armadas, ignorando los crímenes de lesa humanidad o minimizándolos, como si se pudiera realizar cualquiera de las dos posibilidades.
Hoy, cuando muchos pretenden hacernos creer que es necesario dar vuelta la página y mirar hacia adelante tenemos que recordar ese pasado, puesto que teniéndolo presente tendremos garantías de no repetirlo.
Porque no es como cantaba Sui Generis en aquella época, con aquello de ‘Amar a la Patria bien nos exigieron, si ellos son la Patria, yo soy extranjero’, sino que todos formamos parte de lo mismo y ese es el desafío, poder construir un país que contenga incluso a los negacionistas o reivindicadores del terrorismo de Estado, sobre la base de la verdad y justicia, para que tengamos la certeza que nunca más se repetirán hechos aberrantes como los que hoy recordamos.
Por ello hay que tener presentes las palabras con las cuales termina el prólogo del Informe de la CONADEP, donde se afirma que ‘Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Únicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado’.
Publicado en Diario La Reforma, General Pico.
1 comentario
Es muy dificil comentar cuando uno fue objeto de la desaparicion un 05/04/76 y gracias a un policia pudo obtener la libertad un 08/04/76.lo ocurrido el 24 /03/76 tuvo un desgraciado comienzo el 30 de junio de 1969 cuando Montoneros asesina a Augusto Timoteo Vandor.Nadie hasta ahora cuenta la historia de como se inicio pero si todos hablan de como finalizo.Si no hubiesen existido los montoneros, guerrilleros , subversivos y Extremistas , secuestrando y asesinando a Gremialistas, empresarios, civiles y militares, el 24 de marzo no hubiera existido.Cabe mencionar que la orden de abatir al extremismo fue dada por un gobierno democratico.Lo demas ya todos lo conocen, se procedio a secuestrar entre 8000 y 10.000 civiles, muchos habian participado en atentados y asesinatos , otros simplemente fueron militantes o activistas que pintaban paredes o entregaban panfletos , pero las verdaderas cabezas, los responsables de organizar atentados y llevar a cabo toda la logistica nunca fueron secuestrados y la gran mayoria logro emigrar a España y otros paises de Europa.Una etapa triste y lamentable donde los militares al mando de Videla produjeron un genocidio sin ningun sentido, ya que ostentando todo el poder pudieron haber llevado a Tribunales y juzgar a los supuestos 10.000 u 8000 que participaron simplemente como activistas o aquellos que cometieron asesinatos .Desgraciadamente se perdio una camada de jovenes muy preparados , inteligentes a manos de militares dotados de total desprecio por la vida humana.Aquellos que empuñaron armas y asesinaron a niños, civiles o militares o cometieron atentados poniendo bombas, los separo del resto y como los crimenes de lesa humanidad no prescriben, hoy deberian estar siendo juzgados de la misma manera que fueron juzgados los militares.Quien asesina sea civil o militar , es asesino y merece ser juzgado, y todos sabemos que en nuestro pais se juzgo a los genocidas militares pero no a los genocidas extremistas.Una gran deuda con familiares y victimas de los subversivos a los que tampo se los indemnizo convenientemente como si lo hicieron con los guerrilleros.