Como si fuera el juego que nos entretenía en los cumpleaños infantiles, los recambios en el funcionariado local bien parecen el juego de las sillas en el que todos corren al ritmo de la música y buscan ubicarse en alguna cuando ésta se detiene. Y como hemos dicho en otras oportunidades, es notable el nivel y aptitud de los colaboradores del Intendente Cáffaro que se sienten capacitados para desempeñarse donde se los designe, sin tener un mínimo de autocrítica para asumir que no se puede saber de todo y que, por ende, hay cuestiones para las que no estamos preparados ni rodeándonos de un equipo especializado, que no existe.
Recientemente se dieron a conocer los últimos cambios en el gabinete y hay casos que son realmente sorprendentes y exhiben la descomunal capacidad de los funcionarios o la escasa gente que tiene la sociedad zarateña preparada para asumir responsabilidades de gobierno y la improvisación de la conducción del gobierno local.
Tomemos algunos casos como ejemplo.
Jorge Ballejo fue nombrado Subsecretario de Medio Ambiente tras tener un fugaz, extremadamente fugaz, paso por la Secretaría de Seguridad. El argumento para el cambio fue que ‘la complejidad del tema de seguridad hizo replantear esa designación’. O sea ¿No se había evaluado antes de la designación la real complejidad del tema? o ¿No se había evaluado antes las características de la persona previo a la designación?
Rosario Bay es el nuevo Subsecretario de Desarrollo Territorrial. Antes también fue Secretario de Gobierno, y Concejal, y trabajó en la Delegación de Lima, lo que se dice un funcionario todo terreno. Y en la misma línea podemos ubicar a quien ocupó el cargo dejado vacante por Bay, Pablo Giménez, que con anterioridad estuvo en la Secretaría de Desarrollo Económico, en el Honorable Concejo Deliberante y en la Jefatura de Gabinete.
En un Municipio en el que según su último Organigrama disponible hay al menos 322 puestos de planta, sin contar obviamente al personal municipal que no detenta cargos en el organigrama, y que tiene puestos repetidos entre las diversas Secretarías y algunos un tanto inentendibles tales como Departamento de Redes Sociales, que entre sus misiones tienen la de silenciar voces opositoras bloqueando el acceso a la producción municipal en tales redes; o el Área de Archivo y Edición de Videos, que es donde el Presidente del Honorable Concejo Deliberante pidió que borraran un video en concreto y del que aún no se han dado las explicaciones del caso (o quizás sí porque a posteriori se lo volvió a premiar como Presidente del HCD). O casos en los que a priori, aparece duplicada la estructura, puesto que por ejemplo la única División dependiente del Departamento de Servicios Públicos es la de Servicios Públicos, con lo cual no se entiende la especificidad de su funcionamiento, realidad que se repite en múltiples casos, o la incoherencia de tener un Departamento de Niñas, Niños y Adolescentes, pero que la División Casa del Niño que depende de éste no incluya a las niñas… que parece no tienen Casa. O el Departamento de Adultas y Adultos Mayores, que tiene a su cargo la División Hogar de Ancianos, puesto que las Ancianas parece que no tienen Hogar.
Y varias dependencias municipales que a priori pareciera no tener un trabajo cotidiano que amerite su existencia, entre otras la División Velódromo y la División Campo Social y Deportivo Municipal, que podrían unificarse, o las Divisiones Museo Jovita, Fórum Cultural y Centro Cultural Tito Alberti, que parecieran no ameritar tratarse por separado y se podría sumar la Biblioteca Municipal, que es un área cultural no tenida en cuenta en la estructura, quizás porque más importante que el crecimiento personal en una biblioteca interesa más la bajada de información para moldear el pensamiento, para lo cual dedican el Departamento Radio Municipal, la División de Contenido y Programación Radial, el Departamento de Canal de TV Municipal, la División de Contenido y Programación Televisivo, el citado Departamento de Redes Sociales y el Departamento de Prensa entre otros.
Incluso tiene dependencias muy particulares, una dedicada a las conseciones de servicios dependiente de la Dirección General Cuencas Hídricas y Espacios Verdes, que a su vez depende de la Subsecretaría de Mantenimiento de Infraestructura Urbana y Rural, que a su vez depende de la Secretaría de Servicios Públicos, lo cual explica el por qué, por ejemplo, no pueden concesionar el servicio de transporte público local. Mientras sigan dedicándose a las conseciones en lugar de las concesiones, poco podrán hacer. O el Departamento Inspeción Comercio, que explica por qué es un viva la pepa la realidad comercial local, puesto que en lugar de inspeccionar, tan sólo inspecionan. O la Dirección de Desaroollo Tecnológico, que dada las circunstancias propongo lidere Pocho, Toto, Cholo, Tom, Moncho, Rodolfo, Otto o Pololo Orozco.
En definitiva, pareciera ser que toda la organización está preparada para garantizar que la banda siga tocando, y no pare la música, y el director de la orquesta así lo garantiza, porque tal como dijera el propio Giménez ‘Nosotros no tenemos achique del Estado’, lo cual es claro porque nadie quiere quedarse sin silla. De allí los aumentos desproporcionados, sin base alguna, en las tasas e impuestos municipales, ya que hay que asegurar que todos sigan cobrando.
Punto aparte para un nuevo viejo danzarín, el ex concejal Leonel Soto, que tras ser elegido como concejal opositor tiempo atrás y haber actuado poco como concejal y nada como opositor, se suma formalmente a las huestes del Gobierno Municipal. Se le debe reconocer la honestidad para asumir lo que durante tanto tiempo se preocupó en ocultar.
Mientras los vecinos siguen sufriendo la inacción del Estado Municipal, sus funcionarios se siguen mirando el ombligo, quizás esté llegando la hora que como promocionaba un viejo presentador televisivo, se cambie la música.
Publicado en El Debate, Zárate.
http://www.eldebate.com.ar/cambiame-la-musica/
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