Coautoras Julieta Romagnoli y María Emilia Romagnoli.
Cuenta la historia que allá por 1965, los profesores Enrique Tierno Galván, José Luis López Aranguren, Agustín García Calvo fueron expulsados de sus cátedras universitarias por su abierta oposición al régimen franquista español.
Ante esta situación, el catedrático de Estética de la Universidad de Barcelona, José María Valverde, en solidaridad con los expulsados, abandonó su cátedra y, al marcharse, dejó acuñada una frase que posteriormente se hizo famosa: ‘nulla estetica sine etica, ergo apaga y vámonos’.
Por muy distante que parezca esto de la realidad local, en las próximas líneas veremos que, al menos en nuestra opinión, esto no es así… aunque anticipamos que no propondremos el apagar e irnos sino el quedarnos y comprometernos para cambiar la historia.
‘No hay estética sin ética’, dijo el profesor Valverde y compartimos, y nuestro Municipio es un ejemplo de ello. Mucho cambió su fisonomía en los últimos años, con Parques Urbanos y Costaneras incluidas, que generaron una gran mutación en su estética, sin embargo no modificó su ética, que sigue priorizando la forma por sobre el fondo.
Pero no debemos contentarnos con una bonita pero vacía cáscara. Debemos exigir que las mejoras edilicias de nuestra ciudad sean el reflejo del bienestar de su gente, de su crecimiento. ¿De qué sirven, por ejemplo, estos centros de recreación si no tenemos medios de transporte públicos de calidad para acceder a ellos?
No hay un Municipio lindo sin gente linda, en el sentido amplio de la palabra, no de belleza exterior, sino que no hay una ciudad para todos, si no es efectivamente para todos… un Municipio que se inunda cuando caen cuatro gotas (cuasi literal, quizás exageremos y sean cinco o seis), un Municipio que no garantiza a sus ciudadanos necesidades básicas, un Municipio que pretende engañar a sus ciudadanos con falsas promesas que luego se desvanecen y de las cuales no se dan explicaciones.
Y mientras tanto, como un estertor de un populismo que se niega a terminar de irse, se suceden los anuncios grandilocuentes que dan prensa y no modifican la historia… aunque destapan historias pasadas. El caso del anuncio oficial sobre la propuesta municipal de hacerse cargo de parte de la inversión de ‘¿acompañar?’ el programa nuclear es un ejemplo de ello, y descubre que muchas de las ‘obras públicas’ realizadas por el Municipio en tiempos pasados no fueron realizadas por éste sino por contratistas del Estado… que no estaban contratados para ello.
Canta Ismael Serrano junto a Silvio Rodríguez ‘Que el destino no parió la miseria en la que duermes, nació de las voluntades de mil hombres y mujeres’. Hay responsables de que el Municipio esté como está, no es obra de seres de otro planeta ni de designios divinos…
Pero también cantan ambos artistas ‘Que nada está escrito para siempre. Despierta.’. De eso se trata, de despertar y llevar a la realidad el Municipio que soñamos.
Publicado en El Debate, Zárate.