Como sabemos, Mauricio Macri antes de ser Presidente de la República, entre otras cosas, fue Presidente de Boca Juniors, y en un país en el que se respira, se vive y se sueña fútbol, se puede analizar los quince días iniciales de gobierno desde una óptica futbolera, con analogías entre política y deporte.
Cierto es que cuando asumió Macri, tras ganar sobre la hora el que parecía iba a ser un partido para perder por goleada y resultó más parejo de lo pensado, se enfrentó a un match bastante complejo y lo planteó jugar como en sus orígenes, a lo Boca, sin jogo bonito, pero dejando claro dónde estaba parado.
A poco de comenzar quedó claro que el presidente no gambetearía los problemas, pero tampoco iba a ser un partido a ganar de taquito, puesto que los problemas que enfrenta Argentina son múltiples y complejos, pero quedó expuesto que su propuesta era claramente bilardista, centrada en un juego mucho más basado en la estrategia, el ajustarse al plan e ir en pos de un objetivo concreto sin priorizar los medios, que menottista, de ida y vuelta más vistoso que privilegia una idea de juego por encima de los resultados obtenidos.
Y esto se manifestó claramente en tres hechos concretos en los cuales para muchos se le escapó la tortuga, pero en realidad lleva adelante aquella premisa de Adolfo Pedernera, quien afirmaba que ya no existe la bohemia de antes. Hoy el mensaje es más claro. Si ganás, servís; si perdés, no. Estos hechos fueron la designación de los jueces en Comisión, la postura de política internacional argentina en la Cumbre del MERCOSUR y las acciones frente al reclamo en el acceso al Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Decía Dante Panzeri que el fútbol es la dinámica de lo impensado, y para Macri también lo es la política, porque con un quiebre de cintura y una finta antológica dejó en offside a más de uno cuando mostró los tapones y dejó expuesto qué estaba dispuesto a hacer y hasta dónde estaba dispuesto a llegar en pos de la aplicación de su sistema de juego, de su propuesta de gobierno, al designar jueces en Comisión a través de un Decreto.
En el segundo caso, mientras muchos creían que sus declaraciones previas eran para ponerle pimienta al duelo dialéctico que sin dudas se generaría en la Cumbre por los antecedentes de los jugadores que participarían de la Copa MERCOSUR, demostró que lo suyo no era tan sólo una bicicleta para engañar al adversario sino que es su forma de jugar.
Finalmente, su accionar frente a la protesta que obstaculizaba el acceso al Aeropuerto de Ezeiza fue la misma que la del aguerrido defensor xeneize que a poco de iniciar el partido, y en una marca pegajosa, choca con el delantero adversario. Recibe una amarilla por su juego recio, pero deja de manifiesto cuál es su forma de actuar, con el reglamento en la mano y al límite de lo permitido, pero dejando claro que acá mando yo.
En definitiva, el Presidente Macri tiene en claro lo que decía Alfredo Di Stéfano que ningún jugador es tan bueno como todos juntos, por eso desde el mediocampo organiza, distribuye el juego y pone fuerte, no levanta la pierna si el adversario avanza y pretende imponer su visión. El tiempo dirá si pese a que le quieren embarrar la cancha como con la reciente ¿fuga? de los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, logra trabar, ganar la pelota y como con Blas Armando Giunta en la Bombonera, la hinchada argentina le grita “huevo, huevo, huevo, Macri, Macri, Macri”.
Publicado en Diario El Día, La Plata.
www.eldia.com/opinion/se-gobierna-como-se-juega-se-juega-como-se-vive-un-presidente-bostero-106162
Publicado en Enlace Crítico, Zárate.
www.enlacecritico.com/columnistas/se-gobierna-como-se-juega-se-juega-como-se-vive-un-presidente-bostero
Publicado en La Reforma, General Pico.
www.diariolareforma.com.ar/2013/un-presidente-bostero/
Publicado en La Nueva Provincia, Bahía Blanca.
www.lanueva.com/notas-y-comentarios/846824/se-gobierna-como-se-juega.html
Publicado en La Voz del Pueblo, Tres Arroyos.
www.lavozdelpueblo.com.ar/nota-34159-se-gobie-a-como-se-juega-y-se-juega-como-se-vive