Recuerdo a mi abuelo leyendo la Sexta de La Razón para saber al final de la tarde cuáles eran las noticias del día y a mi abuela escuchando la radio de Córdoba para conocer qué estaba ocurriendo fuera de su ciudad. Por entonces lo que divulgaban los medios de comunicación era la verdad revelada y ninguno ponía en duda que lo que los medios contaban fuera cierto. Los tomaban como tales, como verdaderos medios entre los acontecimientos y las personas. No imaginaban que pudieran ser formadores de opinión eligiendo qué publicar y qué no, y como publicar lo que se decide dar a difusión.
En esta época la lógica de pensamiento es inversa, los medios de comunicación ya no son vistos como mediadores entre noticias y ciudadanos, ya no se los toma como medios de información sino como verdaderos medios de formación a través de los cuales determinados poderes buscan modelar qué se cuenta y cómo se cuentan los acontecimientos.
Por eso es importante contar con pruebas que den respaldo a lo que uno afirma.
En los últimos días se publicitó un artículo periodístico acerca de un supuesto ‘Índice provincial de medioambiente, higiene, sustentabilidad y recursos renovables’ elaborado por ‘la consultora GACH que buscó identificar los municipios bonaerenses que “aportan al mejoramiento y desarrollo ecológico y de sustentabilidad” a través de sus políticas ambientales.’
Hemos intentado contactar con la consultora GACH y no tiene método de contacto.
Hemos solicitado copia del informe y no hemos recibido nada.
Sin embargo muchos medios tomaron por válida la gacetilla de prensa recibida de Diarios Bonaerenses y la publicaron. Incluso el Intendente de Junín Pablo Petrecca dio por válida la noticia, aunque cuando le solicitamos el informe no nos lo enviaron.
¿Existe el informe? Cuesta creerlo porque consultados varios de quienes difundieron la noticia ninguno lo exhibió. Pero más cuesta creer en la seriedad del mismo.
Según dice la propia ‘noticia’, ‘El relevamiento fue hecho a través de identificaciones presenciales, de consultas telefónicas con llamadas aleatorias y por medio del rastreo de información por redes, páginas webs municipales y portales.’ Y abarcó un abanico temático sumamente extenso, ‘el cuidado e higiene de los espacios públicos, capacidad de gestión, infraestructura, superestructura, fortaleza, oportunidades, debilidades y amenazas de los programas de desarrollo y políticas ambientales de los gobiernos”, detalló GACH en el informe. Asimismo, entre otros puntos, el relevamiento también tuvo en cuenta la preservación del patrimonio, la erradicación de los basurales a cielo abierto, las políticas de reciclado, la utilización de luces led y de energías renovables, y cuestiones vinculadas al agroambiente.’, dice la gacetilla difundida y publicada por algunas intendencias y medios de comunicación.
¿Fueron los medios el vehículo ente el informe y los ciudadanos? No lo parece, más bien se parece que la ‘consultora’ contó con la ayuda de la agencia de noticias para formar una opinión, basada en cuestiones y métodos científicos.
Cuando mi abuelo leía la Sexta o mi abuela escuchaba la radio seguramente habrían dado por válida esta ‘noticia’, hoy por hoy contamos con muchos métodos de contralor para saber cuándo nos pretenden engañar.
Esto parece, a todas luces, un embuste. Y como tal hay que tratarlo, al menos, hasta que aparezca la documentación cierta de lo que se afirma.
Quienes escribimos en público y publicamos lo que escribimos tenemos la responsabilidad de actuar con honestidad intelectual para no mentir. Sin ser imparcial, porque es imposible, pero siempre de frente y con la verdad. Con pruebas de lo que se sostiene, más allá de la diversidad de visión sobre el mismo tema.
Sin escribir ‘El Diario de Yrigoyen’ ni ‘La Ciudad Avanza’ (hoy devenida en Ciudad para la Vida). Ambos relatos de la realidad.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS