Sigue pasando el tiempo y la seguridad sigue sin aparecer por el Distrito. Van pasando los días, las semanas y los meses y pese a que se anuncie públicamente acciones y programas la sociedad zarateña vive cada vez peor cada día.
Se suceden los hechos de inseguridad y el Municipio y sus funcionarios sólo explican las consecuencias y anuncian que van a investigar y trabajar sobre ellas, pero no trabajan, en ningún caso, en atacar las causas de esta inseguridad.
Como dijimos en varias oportunidades con anterioridad en este mismo lugar, Zárate no sabe para dónde va en términos de seguridad porque no sabe dónde está parada en esos mismos términos.
Protestan los vecinos, los taxistas, los remiseros, el Centro de Comercio, protesta mucha gente aunque no toda, no se conocen declaraciones públicas de los representantes del pueblo sobre la temática, mucho menos proyectos de cómo hacer frente a la situación para poder modificarla.
El Departamento Ejecutivo, por su parte, insiste en que la forma de combatir la inseguridad es la instalación de cámaras y así lo están haciendo en Lima, pese a que la experiencia de Zárate ha demostrado que las cámaras no sirvieron para esclarecer delitos ni, mucho menos, para prevenirlos. Y cuando hay filmaciones, como lo reflejáramos tiempo atrás, es una puesta en escena para hacernos creer que el sistema funciona.
Pero no, queda claro que la política de la instalación de cámaras no es efectiva. Queda claro que el Intendente Municipal, responsable de la seguridad de los vecinos, no se las puede garantizar.
En los próximos meses volveremos a escuchar de los candidatos, como dos años atrás, proponer soluciones sobre la temática seguridad y apelando al voto para poder impulsar estas políticas. Pero sin embargo quienes ya lo hicieron en las últimas elecciones (y en las anteriores, y en las anteriores, y en las anteriores) no avanzaron de acuerdo a lo prometido.
Hay lugares donde ciertas situaciones límite, y la situación vivida en Olavarría el fin de semana pasado es un ejemplo al respecto, hace que se cuestiones una realidad, se pidan cambios drásticos y se avance en consecuencia. En Zárate, la respuesta a una situación límite es una Declaración de persona no grata.
Como dice el tango, chau, no va más…
‘Tomalo con calma… Esto es dialéctica pura,
¡te volverá a pasar tantas veces en la vida!
Yo decía… ¿te acordás?”
“-Empezar a pintar todos los días
sobre el paisaje muerto del pasado
y lograr cada vez que necesite
nueva música, nueva, en nuevo piano…”
“Vos ya podés elegir el piano, crear la
música de una nueva vida y vivirla intensamente
hasta equivocarte otra vez, y luego volver a empezar
y volver a equivocarte, pero siempre vivir… ¡vivir
intensamente!, porque ¿sabés qué es vivir?…”
Vivir es cambiar…
Lo tomamos con calma, pero es necesario que de manera urgente los responsables del asunto garanticen seguridad a los vecinos, porque si así no fuera, ´sonará otra música y no habrá calma.
El último slogan municipal es ‘Una ciudad para la vida’… si seguimos así, no habrá ni ciudad ni vida.
Publicado en El Debate, Zárate.
http://www.eldebate.com.ar/el-tiempo-pasa/