La cuestión del aborto ha sido largamente debatida a lo largo de la historia de nuestro país, y es una temática que divide aguas más allá de las diferencias políticas tradicionales. Al interior de las diversas agrupaciones hay sectores que defienden la despenalización del aborto y sectores que se oponen a ella.
Son mayoritarias las voces que no acompañan las propuestas de despenalización, aunque casos como el de Belén, en la norteña provincia de Tucumán reavivan el debate sobre el tema.
Días atrás se conoció que el porteño colegio Carlos Pellegrini, jóvenes de la agrupación kirchnerista Nuevo Encuentro fueron un paso más allá y, tal como lo explicitan en la página web creada sobre la temática, explicaron como hacerse un aborto con pastillas.
Es cierto que es necesario debatir sobre el tema y abordarlo de una manera global, porque es una cuestión de salud pública y hasta de justicia social, porque mientras se suceden los casos de mujeres con recursos que recurren a estas prácticas de manera segura, aunque clandestina, quienes no poseen el dinero suficiente para tal fin terminan recurriendo a canales alternativos carentes de las más mínimas cuestiones de salubridad para enfrentar la problemática.
Sin embargo es falsa la dicotomía aborto sí o aborto no. No es como lo plantean los jóvenes de Nuevo Encuentro que, paradójicamente, invitan a la charla con una imagen de Cristina Fernández en el volante, quien fue una férrea opositora, tanto como legisladora como cuando estuvo al frente del Ejecutivo, de debatir la posibilidad de la despenalización del aborto.
Nadie puede estar a favor del aborto. Si, en cambio, muchos estamos en favor de la despenalización del aborto. Como señala la frase de cabecera de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, es necesaria ‘Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir’. Porque la cuestión es esa, por fallas en los pasos anteriores, hoy muchas mujeres están muriendo por la práctica de abortos ilegales.
Argentina, luego de haber avanzado de manera ejemplar en la ampliación y protección de derechos que hasta hace muy poco eran impensados, se debe un debate serio y responsable sobre la despenalización del aborto. Sin posiciones dogmáticas, sin presiones religiosas, sino de manera libre y democrática donde la ciudadanía pueda expresar libremente su opinión al respecto.
Si uno observa de manera comparada la legislación sobre la temática, y dividiendo las diferentes posibilidades en cuatro cuadrantes, ve que Argentina es uno de los 58 países del mundo que prevén el aborto bajo las causas de preservación de la salud y/o la vida de la mujer, este grupo equivale al 13,8% de la población mundial. Junto a aquellos países que lo habilitan para preservar la vida de la mujer o lo tienen expresamente prohibido, suman el 39,3% de la población mundial. En contraparte, el 39,2% de la población del mundo se rigen por leyes que permiten el aborto sin restricción en cuanto a la razón. En medio de ambos grupos, el 21,5% habilitan el aborto por razones socioeconómicas.
Como se ve, nuestras leyes son en exceso restrictivas. Nuestras leyes no le otorgan el derecho a la mujer a decidir sobre su cuerpo.
Pero no es con propuestas como las de Nuevo Encuentro que se generará el debate necesario e impostergable, se debe avanzar sobre propuestas como las de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, entre ellas, y fundamentalmente, la aplicación efectiva en todo el país de la Ley 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable.
Porque como dijera René Favaloro hace ya casi veinte años en una charla en Termas de Río Hondo, ‘Los ricos defienden el aborto ilegal para mantenerlo en secreto y no pasar vergüenza. Estoy harto de que se nos mueran chicas pobres para que las ricas aborten en secreto. Se nos mueren nenas en las villas y en los sanatorios hacen fortunas sacándoles del vientre la vergüenza a las que tienen plata. Con el divorcio decían que era el fin de la familia y sólo fue el fin de la vergüenza para los separados ilegales. Con el aborto legal no habrá más ni menos abortos, habrá menos madres muertas. El resto es educar, no legislar’.
La ley de divorcio vincular, la ley de matrimonio igualitario y tantas otras iniciativas legislativas que se anunciaban como el inicio de la decadencia demostraron lo erróneo de ese preconcepto, el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito tampoco lo es. Como dijera dos décadas atrás Favaloro, la clave es la educación, la educación con libertad y responsabilidad, no los actos políticos de alto impacto mediático y nula modificación de la realidad de quienes se dice defender.
Publicado en La Reforma, General Pico.
http://www.diariolareforma.com.ar/2013/educacion-sexual-para-decidir-anticonceptivos-para-no-abortar-aborto-legal-para-no-morir/
1 comentario
Very interesting subject, appreciate it for posting.Blog range