Coautoras Julieta Romagnoli y María Emilia Romagnoli.
Pensar la cuestión del medio ambiente en Zárate no se reduce tan sólo a la polución ambiental de las industrias radicadas en el Distrito, o si Atucha contamina o no, pensar la cuestión del medio ambiente en nuestro Partido es mucho más cercano y fácilmente modificable que esas cuestiones de la superestructura.
Hoy en Zárate no hay una protección real del medio ambiente para sus habitantes. Pese a que es un mandato constitucional, no es una tarea que el estado municipal lleve adelante en acciones concretas y muestras de ello tenemos casi todos los días y en casi todos los lugares de nuestras ciudades.
Zárate hoy tiene contaminación sonora, y el sólo estar en una calle céntrica una noche de fin de semana para oír como los autos y las motos recorren las ciudad con sus escapes sin silenciador y sus equipos de música por encima del máximo tolerable son un ejemplo de ello.
Zárate hoy tiene contaminación visual, y el caminar la calle Justa Lima con la incesante invasión del espacio público promocionando locales comerciales y acciones diversas dan cuenta de esta realidad.
Zárate hoy tiene contaminación en sus alrededores por los micro (devenidos en macro en numerosos casos) basurales que son focos permanentes de transmisión de virus y enfermedades.
Zárate hoy no tiene control real y efectivo sobre la recolección y traslado de residuos patológicos por las calles de sus ciudades, y es común ver como las empresas que se dedican a esta tarea lo hacen sin cumplir con las normativas vigentes.
En Zárate hoy proliferan por doquier antenas varias, que carecen de los permisos necesarios de emplazamiento, sin los estudios de factibilidad necesarios para tomar conocimiento si contaminan o no.
La situación ambiental en Zárate es de tal complejidad que no basta con una mera declaración de buena voluntad alentando en pos del mantenimiento de un medio ambiente sano para todos los habitantes porque ya vemos que esto no es así, por lo tanto es preciso que se tomen medidas concretas que lleven a una mejora de cuadro medioambiental y, en consecuencia, una mejora en la vida de nuestros conciudadanos, una mejora en nuestras propias vidas.
Es preciso que el Municipio ejerza sus facultades de control y, por ejemplo, a través de las dependencias municipales involucradas, controle que los vehículos que se desplazan por el Distrito no emitan sonidos por encima de los legalmente admitidos; regule y haga cumplir la regulación de las publicidades que procuran la atención de quienes recorren las calles de la ciudad, sean estas en forma de carteles, folletos, volantes, etc.; prosiga y aumente la limpieza de los microbasurales que proliferan en los alrededores de la ciudad y, junto con ello, encuentre soluciones definitivas para la deposición de los residuos ambientales de los habitantes del Distrito, para poder predicar con el ejemplo.
Incluso podemos ir un paso más allá y ya no preocuparnos solamente por el medio ambiente de hoy sino por el futuro, para que no sea “menos que medio”, y para ello debemos apelar a la educación, único valor que permite que el hombre se gestione a sí mismo, ejerciendo con responsabilidad su libertad, y protegiéndose por su propio convencimiento.
Esto implica el involucramiento de la sociedad a través de su gobierno, pero no sólo de él. Se requieren medidas que impliquen incluir en la agenda escolar, en todos sus niveles, programas para conocer, implementar y asimilar en la vida cotidiana de cada ciudadano desde pequeño, por ejemplo, la protección por nuestro medio ambiente, pero en lo amplio de su concepto y no tan sólo en el reciclaje de residuos que suele ponerse de moda cada cierto tiempo.
En definitiva, es necesario que el Gobierno municipal gobierne, esto es, haga el Distrito un poco mejor cada día para todos y cada uno de sus habitantes.
Publicado en El Debate, Zárate.