Marcelo Matzkin, gerente de la fábrica de pobres

En su discurso de asunción Marcelo Matzkin anunció ‘ningún empleado tiene que perder ante la inflación y después tenemos que hacer un trabajo en el año para mejorar la condición salarial de los empleados municipales y que esa mejora no recaiga en los funcionarios jerárquicos, en los concejales y en el Intendente, porque si no es muy fácil aumentar en porcentajes cuando se le mejora poco la vida al empleado municipal pero a nosotros los que tenemos los sueldos más altos nos cambia la vida.’ y cumplió con su palabra, pero como dijera Ismael Serrano ‘Me da igual que el vaso esté medio lleno o medio vacío si no sacia tu sed.’, y la realidad es que no siempre la sacia.

Tras los datos publicados por el INDEC el pasado viernes, se supo que lo que en diciembre costaba $100, hoy cuesta $144,8. En el mismo período los sueldos básicos (y remarcamos lo de básicos porque ya sabemos que muchos gozan de los beneficios que otorga el mandamás intendente), aumentaron de acuerdo a lo que mencionó el Intendente en diciembre pasado, pero como dijera en marzo en la apertura del período ordinario de sesiones eso ‘no significa que sea un salario acorde’.

¿Por qué?

Porque el mismo viernes también se conoció que la Canasta Familiar de una familia de 4 integrantes había aumentado y alcanzado los $ 873.168,77, en tanto el ingreso mínimo para no caer en la indigencia un grupo familiar similar es de $393.313.

Hoy en la Municipalidad de Zárate hay empleados que tienen haberes básicos por debajo de la línea de pobreza. Todos los empleados que no forman parte del Personal Superior tienen sueldos por debajo de la línea de pobreza, y cuando se aplican los descuentos de ley a los haberes básicos, jubilación y obra social, en la Municipalidad de Zárate hay empleados que tienen haberes básicos por debajo de la línea de indigencia.

Sí, hay empleados municipales que lo que ganan por su trabajo en la Municipalidad no les alcanza para comer con su familia todo el mes, como dijera Raúl Alfonsín 40 años atrás es ‘la humillación más grave que podemos someter a un hombre: trabajar los 30 días del mes y no alcanzar a ganar lo necesario para llevar el pan a su mesa’.

Dos años atrás dijimos que Caffarolandia era una fábrica de pobres, hoy esa fábrica la gerencia Marcelo Matzkin.

En la Municipalidad de Zárate hay empleados que perciben de sueldo, tras los descuentos, menos de $400.000… y nadie hace absolutamente nada.

Ni el Intendente, ni los concejales, ni los gremios, nadie hace absolutamente nada por corregir la situación.

De vez en cuando se presentan algunas puestas en escena como para hacer que hacen algo, pero la realidad es que no hacen nada por cambiar la realidad salarial de los municipales de carrera.

Mientras tanto, la fábrica sigue produciendo.