Quizás haya quien se sorprenda por estar escribiendo sobre navidad en Agosto, quizás a otros los sorprenda que un ateo escriba sobre cuestiones religiosas, pero en realidad no se trata de ninguna de las dos cosas sino de la zarateñización de ‘La Navidad de Luis’, aquella vieja canción de León Gieco.
Para quienes no la conozcan, la canción relata una relación entre Luis y su empleadora, quien por la proximidad de la celebración decide darle un presente y le dice ‘Toma Luis, mañana es navidad. Un pan dulce, y un poco de vino. Ya que no puedes comprar. Toma Luis, llévalo a tu casa. Y podrás junto con tu padre. La navidad festejar. Mañana no vengas a trabajar. Porque el pueblo estará de fiesta. Y no habrá tristezas’, pero la respuesta de Luis, quien no acepta la dádiva, es contundente y ejemplificadora. Dice Luis ‘Señora, gracias por lo que me da, pero yo no puedo esto llevar, porque mi vida no es de Navidad. Señora, ¿cree que mi pobreza llegará al final comiendo pan el día de Navidad?’
El pasado domingo los Señores, emulando a la Señora, montaron una verdadera Navidad, La Navidad de Marcelo y José Luis.
El 15 de agosto hicieron el lanzamiento…
Y el 21 del mismo mes su presentación…
Y lo que montaron en la Plaza Italia fue una pantomima, una realidad paralela, una Navidad como la que la Señora quería que pasara Luis.
Lo que montaron fue una farsa que expuso que para la gestión de Marcelo Matzkin (porque el Secretario de la Secretaría fantasma sigue personalizando, parece que desconoce o está dispuesto a violar como varios de sus compañeros de gobierno, la legislación vigente) es mucho más importante la apariencia, el hacer como qué, que cambiar la realidad.
El pasado domingo hubo una celebración, y cuando se terminó los chicos siguieron teniendo la misma Plaza Italia destruida que tenían hasta el show, hasta la Navidad de Marcelo y José Luis.
Así estaba la Plaza Italia.
No muy diferente, lamentablemente, a la realidad que describimos y expusimos seis meses atrás.
Sí, pasaron 6 meses y la Plaza Italia sigue con los juegos rotos. Los que dicen preocuparse por los chicos no fueron capaces de arreglar un par de hamacas y un sube y baja.
Ni siquiera fueron capaces de quitar los notorios riesgos que significan para los chicos que haya tendido eléctrico al alcance de sus manos sin ningún tipo de protección.
¿Pero qué se puede esperar de la reparación de la plaza si ni siquiera pueden sostener su palabra? En su discurso de asunción Matzkin afirmó ‘no vamos a contratar a ningún artista que no sea de Zárate’. ¿De dónde es Circo Alboroto, la Circoneta?
Montaron un show, pero a los niños hay que cuidarlos y priorizarlos siempre, no solo un día al año generando una ilusión que lejos está de su realidad cotidiana. ¿De qué sirve el show que hicieron el domingo si el sábado anterior y el lunes posterior no pueden jugar en la plaza porque los juegos estaban rotos… o no estaban?
Parafraseando a Luis, ‘Señores gracias por lo que me dan, pero yo no quiero hoy jugar, porque mi vida no es de Navidad…’
2 comentarios
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