Cuando los recursos no abundan, es común recurrir a lo que ideario popular llama ‘el drama de la manta corta’ ya que no se pueden abordar todas las cuestiones, y entonces cuando uno busca tapar una situación, destapa otra.
Algo de esto pasó en Zárate con el repentino rapto de honestidad respecto al dengue, donde tras días y días de negar la existencia de casos, de buenas a primeras aparecieron 28… eso sí, todos importados, ninguno autóctono, porque en Zárate las cosas se hacen bien para prevenir el dengue. Igualmente el Secretario de Salud se refirió a la ciudad de Zárate… pero, ¿qué ocurre en el resto del Distrito? ¿O él solo es responsable de la cabecera del mismo?
Aunque en la fuente de la Plaza Mitre haya charcos de agua, aunque la pileta de la Plaza Italia haya tenido agua hasta pocos días antes del Festival de Tango, aunque el agua en las zanjas esté estancada, aunque la falta de mantenimiento haga que el agua de lluvia no fluya y se estanque, en Zárate se hace todo bien. Parece un déjà vu de lo que ocurriera durante la pandemia de coronavirus, donde se creía que negando la realidad se la modificaba.
Entonces tras el golpe de honestidad, y el reclamo de los vecinos que pese al anuncio oficial denuncian que en sus barrios no se fumiga, el Municipio decidió salir a fumigar. Y lo hace con vehículos de la Secretaría de Seguridad que no están preparados. Aunque aparecieron en el corralón municipal los pulverizadores (¿están en condiciones?) no se los utiliza.
En su lugar se apela a las camionetas que deberían estar custodiando la ciudad con un empleado municipal, que incumple todas las medidas de seguridad laboral posibles, ‘sosteniendo’ el fumigador.
La manta corta, seguridad o fumigación… o fulmigación como dice Iglesias, entre muchos de los neologismos que utiliza.
Ya sería mucho pedir el desmalezamiento o la entrega de repelente a quienes no pueden acceder a él… las prioridades son otras.
Pero entonces, ¿de qué sirven las palabras del Subsecretario de Ambiente Marcelo Pastore? El funcionario afirmó ‘Los vecinos deben tomar conciencia de que cualquier gestión que se realice no va a ser suficiente sin el acompañamiento de los buenos hábitos que uno tiene que llevar adelante en su domicilio, lo que es el descacharreo’. ¿Por qué no comienza el Municipio por dicha tarea para dar el ejemplo?
¿Por qué el Municipio no hace lo que se debe hacer?
Ya lo dijo Iglesias, porque ‘el Aedes aegypti es un mosquito domiciliario que sale rápidamente de los lugares donde hay agua y va rápidamente para las casas’, así que si no quiere contagiarse de dengue salga de su casa y participe de las charlas que organiza el Municipio, porque para eso sí hay plata, y como no se trata de un hogar el mosquito no entra.
Y si tiene un problema de seguridad al volver a casa no llame a la DPU, los móviles están fumigando… ya se sabe, el drama de la manta corta.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información’.
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
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