Basta de guetos

Días atrás se promocionó a través de los medios locales que ‘el Hospital Zonal «Virgen del Carmen» de Zárate inauguró un consultorio inclusivo’, acto que, según se destacó, contó con la presencia ‘de autoridades del nosocomio y la diputada nacional y candidata a intendente de Unión por la Patria, Agustina Propato.’

Llega con demora esta puesta en escena a Zárate ya que la propuesta de consultorios amigables, según el concepto de la Organización de Naciones Unidas, se trabaja en Argentina desde hace una década. Pero además de llegar demorada, también llega con un concepto más que curioso.

Según transcribe el Diario La Voz explicaron desde el Ministerio de Salud que ‘Los consultorios proponen un modelo de atención diferente al que muchas veces se lleva adelante en el sistema de salud, centrada en la persona y sus deseos, respetando sus derechos.’ Pero entonces cabe preguntarse, ¿en los restantes consultorios la atención no se centra en la persona y sus deseos? ¿En qué o quien se centra? ¿No se respetan sus derechos?

El propio Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, de quien depende el Hospital local, menciona en su web que ‘Para garantizar el pleno acceso a una atención integral de salud del colectivo LGBTI+ desde una perspectiva de género, diversidad sexual y derechos humanos, llevamos adelante políticas públicas orientadas a fortalecer los cuidados y brindar una atención adecuada que promueva la ruptura del estigma, la discriminación, la violencia y la desigualdad social desde el deseo, el respeto y la autonomía de las personas.’ Y que en consecuencia ‘en el sistema de salud, tenés derecho a: Acceder a la atención y acompañamiento en salud de todos los servicios, sin discriminación y sin violencias; Que respeten el nombre y el pronombre con el que elegís llamarte aun cuando no coincida con el que figura en tu DNI (Art. 12 Ley de Identidad de Género N° 26.743); Acceder gratuitamente a los procesos de modificación corporal, hormonal y quirúrgicos (Art. 11 Ley de Identidad de Género N° 26.743); Acceder a todos los servicios en salud y vivir nuestras identidades, los deseos y los vínculos libres de patologización y discriminación.’ Si todo lo indicado es cierto y se cumple no se entiende entonces lo del consultorio inclusivo.

¿Es un consultorio exclusivo? ¿Sólo quienes allí atiendan son quienes tratarán a los pacientes bajo los valores que se destacan?

Estamos en campaña electoral y pareciera que es imprescindible mantener presencia en los medios de comunicación y por lo tanto lo ‘importante’ es sumar hechos, más allá de su importancia o consecuencia real. Hay que sumar cantidad, ya pedimos que la campaña no termine nunca, pero fundamentalmente hay que sumar calidad.

Bienvenido sea este tipo de consultorios pero que sean abiertos a toda la comunidad. Porque si todos los consultorios tuvieran estas características no serían necesarios los consultorios inclusivos. Si los hay es porque los que existen no lo son, son expulsivos y eso es lo que hay que trabajar.

El sistema de salud no debe tener exclusividades, tiene que incluir a todos más allá de su orientación o preferencia sexual.

Mientras en muchas partes del mundo vamos hacia sistemas absolutamente inclusivos, por ejemplos con baños neutros para uso de cualquier persona, en el Hospital Virgen del Carmen celebran que ‘Con los consultorios se apunta a que sea un espacio transformador del modelo de atención y las instituciones donde funcionan.’

Zárate tiene dentro del servicio municipal de salud profesionales que pueden aportar desde su experiencia cotidiana como incluir sin segregar.

No es a partir de una retrógrada visión de construcción de guetos que se consigue garantizar el derecho al reconocimiento de la identidad de género, sino a través de la inclusión de todos.

Dentro de la ley para todos, todo.