Finalmente la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires publicó las listas oficializadas de quienes participarán de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obigatorias (PASO) el próximo 11 de agosto.
Serán siete las boletas que los zarateños encontrarán en los cuartos oscuros, y en cada una de ellas veintisiete vecinos compitiendo por conducir los destinos del Municipio. Llamativamente la Junta Electoral provincial no publica ninguna lista de la Alianza Consenso Federal, pese a que por publicaciones periodísticas y declaraciones de quienes serían sus intergantes, se anunció que participarían de los comicios. ¿Estarán en el cuarto oscuro el próximo 11 de agosto?
Entre las siete boletas, habrá cuatro que participarán en una interna propiamente dicha, dos en el Frente de Todos y dos en Juntos por el Cambio, mientras que las restantes tres no tendrán competencia interna y su objetivo será el superar el mínimo para poder participar de las elecciones generales de octubre en las que se elegirá el Intendente Municipal, diez concejales titulares y seis suplentes, y tres consejeros escolares titulares y tres suplentes.
Resulta curioso que en Zárate se presentará solamente un partido político, puesto que las restantes cinco fuerzas son alianzas electorales. El partido en cuestión es Dignidad Popular, cuya boleta encabeza Guillermo Sokol. Los frentes electorales que tampoco tendrán interna son el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad, que encabeza Sergio Bonuccelli y que junto a la lista encabezada por Julián Guelvenzú en Juntos por el Cambio y la encabezada por Osvaldo Cáffaro en el Frente de Todos es la única que el primer candidato a concejal titular es del mismo sexo que el candidato a Intendente, y la Alianza Frente Nos, cuyo candidato a Intendente es Fernando Parente. Estas tres listas que no tendrán internas comparten además otra característica, ninguno de sus integrantes fue electo con anterioridad para cargo alguno en el Distrito de Zárate.
Diferente es la realidad en los dos frentes mayoritarios, que comparten más cosas de las imaginadas. Ambos tendrán elecciones internas. Ambos tienen una lista encabezada por una mujer y otra encabezada por un hombre. Ambas mujeres ya han sido candidatas a Intendente y fueron derrotadas. En las listas encabezadas por mujeres, la participación masculina es la más baja de todas las listas que se presentan en el distrito porque hay más mujeres que hombres en las listas. También en estas listas el primer candidato a concejal es un hombre con actividad sindical. En ambos frentes la lista encabezada por un hombre lleva como primer candidato a concejal titular a un actual concejal que va por la reelección.
Pero también hay diferencias.
En las listas de Juntos por el Cambio hay tres vecinos que buscan volver a ser concejales, Walter Unrein en la lista encabezada por Julián Guelvenzú y Angelito Lavié y Roberto Sciarretta en la encabezada por Sandra París, es decir, el 5,5%, porcentual que asciende al 18,5% en el caso del Frente de Todos. Es decir, dos de cada diez cantidatos ya fueron electos para cargos municipales con anterioridad.
Pero no son las únicas diferencias. Donde más discrepancias hay es en cómo se conformarán las listas tras las PASO, cuestión que adquiere trascendencia en tanto ha habido acuerdos entre diferentes sectores para la conformación de las listas internas que crujirían tras los resultados de las PASO.
Tomemos el ejemplo del Frente de Todos. La lista encabezada por el actual Intendente, que va por la reelección, incorporó numerosos sectores, ajenos a Nuevo Zárate, en sus filas, entre ellos el ‘opositor’ Frente Renovador en que la actual edil Micaela Morán, ocupa el cuarto lugar de la grilla. Si la lista es derrotada no tiene posibilidades de retener su banca, pero si en cambio triunfa, debería hacerlo de manera contundente puesto que, aún ganando, puede estar en riesgo su escaño. ¿A qué se debe esto? A las reglas que estableció cada Frente para integrar las listas tras las PASO, entre triunfadores y derrotados, porque para ser parte de la lista final del espacio político hay que obtener una cantidad mínima de votos, que de no alcanzarse, deja fuera a los integrantes de ese sector interno de la lista final del espacio. Y dado que esta regla es potestad de cada fuerza, varía mucho entre las mismas. Hagamos un repaso de los dos casos que tendrán internas en Zárate.
Juntos para el Cambio estableció que el mínimo de votos positivos necesarios para integrar la lista final es del 30%, por lo que los primeros lugares corresponderían a la lista triunfante y la derrotada se incorporaría recién en el cuarto lugar, cuestión que dado que ambas listas están encabezadas por hombres, traería añadido el inconveniente del cumplimiento de la ley de paridad.
En el caso del Frente de Todos la situación es más compleja aún, puesto que ‘en las listas encabezadas por precandidatos de diferentes géneros (tal el caso de Zárate) cuando “la lista siguiente en votos a la que obtuvo la mayoría” obtenga entre el 20% y el 35% de los votos válidos, la integración de la minoría se producirá intercalándose en los lugares titulares 4° y 9° produciéndose el corrimiento al puesto inmediato inferior correspondiente por género de los candidatos de la lista más votada. En tanto, cuando la lista que se ubicó segunda obtenga más del 35% de los votos válidos la integración de la minoría se producirá intercalándose en los lugares titulares 4°, 7° y 10°’.
Como se ve, las elecciones PASO del 11 de agosto definen mucho más que quiénes serán los candidatos a intendente que participarán de las elecciones de octubre, definen entre otras cosas cuáles serán los equilibrios internos en aquellas fuerzas que participarán de las PASO realizando elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias y no solo una puesta en escena.
Las cartas están echadas. Que comience el juego.
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