El grupo español Jarabe de Palo cantaba, entre otras cosas, que ‘según como se mire todo depende’, que es la versión musical de la ‘Ley Campoamor’, basada en el texto de Ramón de Campoamor que dice: ‘Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira’.
Mi abuelo en una versión más campechana, cuando protestaba porque alguna decisión no me favorecía, exclamaba ‘calavera no chilla’, transmitiéndome valores que fui atesorando. Si no me quejo cuando algo me favorece ostensiblemente, no hay derecho a hacerlo cuando la ‘taba viene de culo’ (esto también me lo enseñó mi abuelo).
Los versos, tanto los de Campoamor como los de Jarabe de Palo, pueden explicar lo ocurrido en la cancha de Villa Mitre de Bahía Blanca. Los mismos que hace apenas unos días me explicaban lo ocurrido en Tafí Viejo cuando un error del planillero de Zárate Básket permitió que un jugador que debía dejar de jugar siguiera en cancha diciendo ‘Nosotros tiramos a aro y corremos . La mesa la hacen gente q es rentada (tienen q estar habilitadas para star en ella)’ (sic), son los que ahora responsabilizan al árbitro por la derrota en Bahía Blanca.
Se ve que ahora ya no tiran al aro y corren los del equipo, aunque muchos de los que forman parte del equipo ni corren ni tiran al aro, sino que ahora también hacen lo propio los árbitros y, curiosamente, en contra del equipo local.
Esto de justificar los fallos cuando convienen y criticarlos cuando no nos convienen no es un buen ejemplo de quienes están en la punta de la pirámide del programa de Básquet para todos, puesto que las bases los toman como ejemplo y deben serlo en todo momento. Si los mayores no aceptamos las reglas, ¿qué queda para los niños que se están formando?
Días atrás me invitaban a recorrer las calles de Zárate, sería bueno que más de uno vuelva a caminar la Crucero General Belgrano y recuerde los valores allí aprendidos, porque así como no arruinaron los deportes que practicaban en su juventud, no vengan a arruinar deportes a los que después llegaron.
Porque como decían en las redes, tramposos hay en todos lados, pero el árbitro no es uno de ellos.