Días pasados, se denunció públicamente que la Gendarmería y la Policía Federal habían reprimido a miembros de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo en el Barrio Illia de la Ciudad de Buenos Aires.
Lamentablemente no es el primer suceso de violencia institucional que se denuncia tras el cambio de gobierno y se entronca en la línea de acción de las fuerzas de seguridad, puesto que tal como lo denunció la CORREPI desde su primera presentación de 1996, los casos de violencia institucional han ido en aumento.
Y no ha habido un cambio en esta política tras el cambio de gobierno, puesto que casos como el del Barrio Illia se han denunciado en varios lugares del país.
Sin dudas no es este el cambio que votó la mayoría de los argentinos. Es necesario actuar y hacerlo ya. El gobierno anterior pasó de 1208 hechos denunciados al inicio de su gestión hasta los 4644 de su último año al frente de las instituciones del Estado. En los años del kirchnerismo la violencia institucional denunciada creció, según datos de la CORREPI, un 384%, y esto debe cambiar de manera urgente.
El Presidente Macri sostiene que el cambio llegó, tiene que demostrar que acá también llegó y que hechos como el del Barrio Illia no sólo no se deben repetir sino que los responsables deben ser sancionados.
Como denuncia el informe, la mayor cantidad de víctimas son jóvenes, y el lugar de mayor repetición de estos hechos es el área del AMBA, hoy en día Cambiemos tiene en sus manos la jefatura de todas las fuerzas federales y de las principales fuerzas provinciales involucradas en este tipo de hechos (más de la mitad de los hechos denunciados se dan entre la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires), es momento entonces que las autoridades correspondientes den claras señales para cambiar la situación, es momento entonces que las autoridades correspondientes cambien la situación.
Esta realidad, como así también la connivencia denunciada por las autoridades para la protección de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez fugados a finales del año pasado, demuestran el estado de situación. Si se quiere cambiar en serio, hay que hacerlo ya. La denuncia es clara y concreta. En 2001 fue Claudio “Pocho” Lepratti, el viernes pasado pudo haber sido Gustavo “Marola” González, mañana puede ser cualquiera de nosotros. Como dice “Marola”, ‘Por eso, ahora más que nunca, necesitamos que grite La Garganta y que gritemos todos juntos, hasta que la sociedad pueda tomar conciencia de toda esta locura, que ahora nos tocó a nosotros. Pero mañana, te puede tocar a vos.’.
La violencia no tiene más ideología que la ideología de la violencia, y el cambio sólo será en serio cuando se erradiquen este tipo de conductas, mientras tanto no será más que pequeñas correcciones que no cambiarán la cuestión de fondo.
Fuente: El Antirrepresivo 2015. http://correpi.lahaine.org/?p=1589
PD: Qué paradójico que los hechos de violencia que se denuncian hayan ocurrido en el Barrio que lleva por nombre el de quien fuera un ejemplo de acción política tolerante y pacífica, don Arturo Umberto Illia.
Publicado en La Reforma, General Pico.
www.diariolareforma.com.ar/2013/la-violencia-no-tiene-ideologia/